La industria del litio podría estar cerca de un punto de recuperación
Kent Masters, presidente y director ejecutivo de Albermarle Corp.
Solo los inversores más audaces se acercaron a la industria del litio este año, pero el último ciclo de cierres de minas podría ser una señal de que el piso está cerca, anticipando un rebote para el próximo año. Mineral Resources, una empresa australiana productora de este metal que enfrenta fuertes dificultades, es la última en anunciar el cierre de un proyecto que generaba pérdidas, informando hoy el cese de operaciones en su mina Bald Hill en Australia Occidental, lo cual implicará la pérdida de hasta 300 empleos.
Otra mina de litio operada por Mineral Resources, en una empresa conjunta con Albemarle Corporation, el principal productor estadounidense de este metal, también está en riesgo de cerrar o de reducir drásticamente sus actividades. Este es el último de una serie de anuncios de ajustes en el sector.
En un tercer ejemplo reciente de la crisis que afecta a la industria del litio, Liontown Resources decidió ralentizar el desarrollo de su nueva mina en Kathleen Valley, también ubicada en Australia Occidental, con el objetivo de lograr ahorros de costos de A$ 100 millones.
El año pasado, Liontown se destacó en la industria del litio y fue blanco de un importante movimiento bursátil cuando Gina Rinehart, la persona más rica de Australia y magnate del hierro, adquirió el 18% de las acciones a cerca de A$3 por acción, el punto más alto de su cotización. Desde esa inversión, las acciones de esta compañía colapsaron en paralelo con el precio del metal, cotizando actualmente en A$ 0,85, tras una caída del 72% que se alinea con la baja del 75% en el precio del carbonato de litio, que hoy ronda los US$ 12.000 por kilogramo.
Kent Masters, director ejecutivo de Albemarle, explicó la semana pasada, al anunciar una pérdida de mil millones de dólares en el tercer trimestre, que espera que el precio del litio se mantenga entre US$ 12 y US$ 15 por kilogramo en el futuro cercano. "Estamos posicionando a la compañía para competir en ese rango de precios", afirmó.
Albemarle también redujo su presupuesto de capital para 2025, fijándolo entre US$ 800 y US$ 900 millones, y recortó su plantilla en un 6%. La campaña de reducción de costos fue bien recibida por los inversores, especialmente al ser anunciada el día después de que Donald Trump retomara la presidencia de los Estados Unidos, lo cual hizo subir el precio de las acciones de esta compañía un 18%, alcanzando US$ 111 al inicio de esta semana. Desde entonces, la cotización bajó a US$ 102,80, aún con una ganancia del 9% desde el anuncio de los recortes.
La caída en el precio del litio se debe a una sobreproducción y una demanda más lenta de lo esperado, en gran parte por el crecimiento moderado en la venta de vehículos eléctricos (VE), el mercado principal para este metal, que resulta ser un ingrediente esencial en sus baterías de energía renovable. Sin embargo, una posible señal de cambio en el sector se dio el mes pasado, con la oferta en efectivo de US$ 6.700 millones por parte de Rio Tinto para adquirir Arcadium Lithium, una minera conjunta entre Estados Unidos y Australia.
Este acuerdo, que avanza en un proceso legal, representa el primer paso significativo en el negocio del litio por parte de una minera de relevancia global y posiciona a esta empresa por encima de rivales como BHP y Anglo American en este sector.
Las acciones de empresas de litio más pequeñas mostraron signos de recuperación reciente, con especuladores comprando en el sector ante la creencia de que los vehículos eléctricos eventualmente superarán su reputación negativa. Pilbara Minerals, una empresa australiana de gran popularidad, mostró un repunte en su cotización. Tras la caída a principios de año, comenzó a recuperarse en septiembre y actualmente se negocia en A$ 3,08, un 30% por encima de su mínimo de 12 meses de A$ 2,36 alcanzado a inicios de septiembre.
Estos movimientos recientes en el mercado sugieren que la industria del litio podría estar cerca de un punto de recuperación, impulsada por el potencial de crecimiento en la demanda de vehículos eléctricos, que gradualmente se posicionan como una alternativa sustentable.
*Con información de Forbes US.