Rodeado por el paisaje de la Cuenca del Salar de Atacama junto a una muestra de animales y artesanía hecha en base a productos del ganado camélido, se lanzó oficialmente el “Programa de Desarrollo de la Ganadería Camélida de la Agricultura Familiar Campesina”, en la localidad de Socaire, Región de Antofagasta.
La iniciativa, apoyada por el Ministerio de Agricultura a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), busca generar una oferta de productos con valor agregado en base a la ganadería camélida a través del desarrollo de una estrategia que permita a las familias campesinas y pequeños productores insertarse en los modelos de mercados modernos.
La directora ejecutiva de la FIA, Eugenia Muchnik señaló que “el sector rural más tradicional de San Pedro, asociado a la ganadería de llamas, ovina y caprina, tiene una escasa o nula conexión con la actividad turística, a excepción de pequeños emprendimientos agroturísticos. Es por esta razón que el programa tiene como objetivo principal lograr la integración productiva y comercial del sector pecuario de la Agricultura Familiar Campesina de la comuna con el circuito turístico”.
Por su parte, el seremi de agricultura, Manuel Cuadra indicó que con este programa se espera obtener una sustentabilidad productiva y un incremento en los ingresos de los ganaderos que mejorarán su calidad de vida.
“La valoración de su actividad ganadera tradicional permitirá fortalecer la identidad y el arraigo a sus territorios originales, reduciendo la emigración y despoblamiento de las zonas rurales. Asimismo, la articulación de la ganadería local con otras regiones y circuitos económicos permitirá también superar la condición de aislamiento, mejorando la percepción de pertenencia a la sociedad”, destacó.
Según el coordinador del programa y director del Centro Internacional de Estudios Andinos de la Universidad de Chile, Luis Alberto Raggi, esta iniciativa representa un gran desafío, dadas las características de la región y sus procesos productivos.
“Combina factores tan importantes como las raigambres culturales, el clima y los desafíos de innovar bajo el concepto de ‘Agricultura del Desierto’, lo que ofrece grandes oportunidades, considerando su importancia geográfica en el territorio nacional y la repercusión para las zonas rurales de las zonas áridas y desérticas de Chile”, señaló.
Entre los objetivos específicos de este programa está el establecer una unidad de coordinación de carácter público-privado para la gestión de una estrategia de desarrollo para el sector pecuario, incrementar la productividad de la ganadería de llamas a través de un adecuado manejo nutricional, sanitario y reproductivo, desarrollar un modelo de rescate y valorización de la cultura ancestral local, implementar un modelo de articulación e integración productiva y comercial para la colocación de los servicios y productos generados en el mercado turístico.
A esto se agrega un estudio para ver la factibilidad de producir y comercializar en forma rentable y sustentable la carne de camélidos domésticos en la región y establecer un modelo y programa de transferencia tecnológica cuyo propósito es la adopción e integración de las tecnologías que se generen y validen en este programa.
Ejecutado por la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, en el programa también participan la Seremía de Agricultura de la Región de Antofagasta y BTA Biotecnología Agropecuaria S.A. Para ello cuentan con el financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional asignado por cada Gobierno Regional para financiar iniciativas innovadoras como la desarrollada en la comuna de San Pedro de Atacama.
De acuerdo al Censo Agropecuario Forestal 2007, la Región de Antofagasta registra 339 cabezas de alpacas y 5.443 cabezas de llamas.
Los participantes según los registros del Programa PRODESAL de INDAP y la Municipalidad de San Pedro de Atacama son 186 usuarios distribuidos en 7 localidades. La mayoría de ellos son propietarios de llamas, que serían los beneficiarios directo de este programa. Sin embargo, si se considera a los productores de rumiantes menores (oveja y cabra) esta cifra se duplica.