"En San Pedro de Atacama, la gente se puede morir, pero no nacer", es una sentida y tajante reflexión que la alcaldesa Sandra Berna, efectúa cuando se abordan los temas de salud de su comuna, ubicada a 105 kilómetros de Calama y que ya comienza a quedar como una anécdota. Nuestro Gobierno por mandato de la Presidenta Bachelet y en sintonía con los ciudadanos proyecta construir un Hospital en la localidad.
Actualmente, el Cesfam local debe funcionar las 24 horas para dar abasto a las 15 mil atenciones que realizan en el año. Cuando se construyó en 2006, estaba proyectado para una población de cinco mil habitantes. Actualmente, San Pedro tiene el doble, pero debe incluir a la enorme población flotante, unos 250 mil turistas al año. Cualquier cosa que pase en los caminos o en los pasos fronterizos en materia de salud, solo encontrará este tipo de dispositivo de salud para hacerle frente.
El tan anhelado Hospital de San Pedro de Atacama avanza cada vez más para ser realidad. Hemos estado en terreno y recorrido el lugar donde se espera construir, junto a autoridades del Servicio de Salud. Se proyectan las obras a un costado de las dependencias provisorias del museo Gustavo Le Paige y se estima que tendrá una superficie de diez mil metros cuadrados.
También lo han hecho consejeros regionales que han entregado su respaldo a la obra. Tenemos muy claro que además de beneficiar a las personas que habitan en ese poblado, también a todos los que están en esa zona. Allí confluyen las áreas indígenas de Atacama La Grande y Alto Loa, donde trabajamos en desarrollo y el tema de mejoras en salud es una prioridad.
En principio el establecimiento demandará una inversión estimada en 10 mil millones de pesos. Su edificación permitirá satisfacer la creciente demanda de atención de salud para una población que al 2020 se proyecta sobre los 20 mil habitantes y un flujo anual de turistas que supera las 300 mil personas.
El desarrollo de este proyecto ya se encuentra en una etapa crucial. Fueron definidas las necesidades y caracterizado el perfil epidemiológico que determina las unidades clínicas con las que contará el nuevo establecimiento.