Comité de Ministros pospone votación sobre controvertido proyecto minero de Grupo Errázuriz

El gobierno debía pronunciarse respecto a un recurso de reclamación de la empresa minera, pero optó por pedir más antecedentes sobre esta iniciativa cuyo objetivo es extraer potasio y litio en un pueblo de San Pedro de Atacama, según informan dirigentes atacameños potencialmente afectados. Se trata del mismo proyecto que fue ingresado hace más de una década y que todavía no obtiene una resolución de calificación ambiental favorable.

Ayer lunes 15 de junio, el Comité de Ministros encabezado por la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, debía pronunciarse sobre el recurso de reclamación que presentó la empresa Sociedad Legal Minera NX Uno de Peine -perteneciente a Francisco Javier Errázuriz Ovalle, hijo del ex candidato presidencial y senador conocido como Fra-Fra- con el que pretende reevaluar la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de su Estudio de Impacto Ambiental (EIA), el cual fue rechazado de forma unánime en 2017 por la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Antofagasta.

Sin embargo, en una sesión en la que también estaba en tabla el proyecto Parque Eólico Calbuco de Energías Calbuco, el Comité decidió solicitar más antecedentes a la Dirección General de Aguas (DGA) y a la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChEN) para conocer más detalles de la iniciativa. 

Tal como informó INTERFERENCIA, los detractores de la iniciativa minera se muestran críticos frente al recurso de reclamación que levantó el Grupo Errázuriz, indicando que, en lo esencial, se estaría presentado el mismo proyecto, sin subsanar una serie de observaciones que la DGA realizó el 25 de abril de 2018.

Cabe recordar que el proyecto minero ubicado en Peine, un pueblo cercano a San Pedro de Atacama y dependiente de esa comuna, data de 2007. En 2009, la minera presentó un EIA el cual fue rechazado por las comunidades por el posible impacto sobre el salar de Atacama, debido a la extracción a gran escala de aguas subterráneas con altas concentraciones de sales -también conocidas como salmueras- de unos 225 litros por segundo. Algo que podría afectar gravemente la flora y la fauna locales, el paisaje y los mantos acuíferos, y junto con ello las actividades agropecuarias y turísticas que existen en la zona.