Integración indígena y educación artística, los nuevos focos del futuro Ministerio de Cultura

Ha sido su prioridad número uno desde que asumió el cargo, en marzo de este año, e incluso se atrevió a anunciar que el proyecto del Ministerio de Cultura estaría listo antes del 21 de mayo. Lo cierto es que el proceso se ha alargado más de lo esperado, sobre todo luego que a la Ministra Claudia Barattini se le ordenara realizar una consulta a los pueblos indígenas sobre el proyecto de ley, con la idea de integrarlos en la discusión. Hoy, espera que en diciembre hayan concluido las reuniones con los representantes de los nueve pueblos, entre ellos, mapuches, kawésqar, quechuas, atacameños, rapanui, para en ese mismo mes ingresar el proyecto definitivo al Congreso, pero tampoco puede asegurarlo. “Los plazos de la consulta son parte del mismo acuerdo. Aquí lo que interesa es crear confianzas y no queremos que se piense que esta consulta se hace “para la foto”, porque hay una historia muy deteriorada entre los pueblos originarios y el Estado. Este consejo tiene 11 años de existencia y nunca había tenido representación de pueblos indígenas, y esa es una cuestión bastante loca, si uno lo piensa. La verdad es que en estos 20 años de democracia nunca han estado representados en ninguno de los órganos colegiados. Eso debe cambiar”, señala Barattini.

A la consulta indígena, se suman las mesas de discusión sectorial como la de la Unión Nacional de Artistas, Arquitectura, del Libro, Artesanía y Dibam, en la que se reúnen más de 100 personas ligadas a esas áreas. Además, del 27 de octubre al 14 de noviembre se realizarán foros en el Teatro Huemul, donde se entregará información sobre la nueva institucionalidad y se recogerá la opinión de los ciudadanos. “Este va a ser el proyecto de ley más discutido de la historia de Chile. El compromiso es que a inicio de 2015 llegue al Congreso y como va a estar tan discutido, yo espero que el trámite legislativo sea rápido”, señala la ministra, que tomó el camino de la participación ciudadana, luego que el anterior Proyecto de Ministerio promovido por Luciano Cruz-Coke fuese criticado de poco inclusivo.

MÁS POTESTAD

Sin embargo, tantas mesas de diálogo tienden ha generar polémicas internas. Una de ellas tiene que ver con la disolución de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), creada en 1929, y del Consejo de Monumentos, cuyas funciones pasarían a formar parte del llamado Servicio de Patrimonio, el que funcionaría con un consejo de 20 representantes de distintas áreas afines (entre ellos, alguien del mundo indígena). Lo mismo pasaría con el Servicio de las Artes y las Industrias Creativas, también con 20 consejeros, y que estaría a cargo de las bibliotecas públicas  junto con los consejos del libro, música, artes e industria audiovisual. “Aquí lo que importan son las funciones, no los organismos. Estamos buscando terminar con la duplicidad de las funciones y por eso las bibliotecas trabajarán cercanas al Consejo del Libro que desarrolla las políticas de fomento lector”, dice Barattini. “En el caso del Consejo de Monumentos, el gran problema es la precariedad de su institucionalidad y de sus recursos. Por eso hemos pensado en dividir las funciones, el ámbito que tiene que ver con las declaraciones patrimoniales quedarían bajo el Servicio del Patrimonio y se implementará una Secretaría ejecutiva aparte, que daría seguimiento a las intervenciones patrimoniales”, explica Barattini. Claro que todo eso está por verse. Las consultas ciudadanas podrían dar un giro al esquema que hasta ahora ha propuesto la ministra. “Queremos rescatar el carácter participativo del consejo, pero teniendo la potestad para decidir de un ministerio”.

CULTURA Y EDUCACIÓN

Hace unos días, se hizo público el proyecto para la Ley de Presupuestos 2015, que crecería en un 22,6% respecto de 2014. En total, $ 101.339 millones para el CNCA, que aún deben ser visados por el Congreso. En él, destaca el anuncio de nuevos programas relativos a la educación artística, que abarcan $ 15.631 millones del presupuesto. 

Uno de ellos es la construcción de 15 nuevos Centros de Creación y Desarrollo Artístico para Niños y Jóvenes, que se ubicarán en cada región. Los primeros serán en Valdivia y Arica y dependerán directamente del Estado, a diferencia de los otros 27 centros culturales que se han construido hasta ahora y que están a cargo de los municipios. A eso se suma el Plan de Fomento del Arte en la Educación que interviene en la Jornada Escolar Completa, con  más talleres artísticos en salas de clases y el  Programa Nacional de Desarrollo Artístico, que apoya la formación artística de profesores y proyectos originados en los propios colegios. “La gran batalla cultural, de audiencia y acceso, se gana en las escuelas”, concluye Barattini.