Pérdidas por más US$ 1.000 millones y nuevos despidos fueron los anuncios de Kent Masters, CEO de Albemarle hace dos semanas, cuando dio a conocer los resultados del tercer trimestre de la compañía de litio más grande del mundo. Ello como consecuencia de la estrepitosa caída de los precios del litio (desde más de US$ 80 mil la tonelada en 2022 a los actuales US$ 10 mil), a la sobreoferta del mineral, a la pérdida de dinamismo de la economía china y a una penetración más lenta a lo esperado de automóviles eléctricos.
Los malos resultados era algo que analistas veían venir, ya que el precio de la acción de la compañía estadounidense no sufrió grandes movimientos. De hecho, desde febrero de este año el precio de la acción en la bolsa de Estados Unidos ha subido desde US$75 a US$102 esta semana.
La nueva realidad ha obligado a la empresa a reajustarse, reducir costos y realizar un reordenamiento interno que implicará la reducción de 6% a 7% de la fuerza laboral. Mediante este recorte, la empresa prevé ahorros entre US$ 300 y US$ 400 millones al año.
El analista principal en Lithium Benchmark Mineral Intelligence, Federico Gay explica que “Albemarle tomó la decisión correcta de recortar gastos, aunque me sorprendió que no lo hayan hecho antes, en el segundo trimestre en particular. Pese a ello, nosotros mantenemos la visión favorable de recuperación del mercado a partir de mediados del año que viene o 2026 y que las ventas van a seguir aumentando”.
En sus resultados del tercer trimestre Albemarle mostró un incremento en las ventas de litio de 16%, respecto de similar período del año pasado.
Por su parte, las clasificadoras de riesgo le han otorgado un estable BBB (S&P Global) o BBB-. Fitch Ratings, eso sí, advierte que este puede cambiar si no se abordan riesgos como por ejemplo cómo le impactará a la empresa la Estrategia Nacional del Litio anunciada por el Gobierno chileno en 2023.
La situación de Chile
A los cambios anunciados, Chile no ha estado ajeno.
En el país y como parte de la reestructuración a nivel global, la plana ejecutiva fue renovada por una con foco en la operación y en el negocio. Así es como el ingeniero Roland Haemmerli asumió como Country Manager en enero de este año. El ejecutivo se desempeñaba anteriormente como director senior de operaciones desde 2021.
Los activos locales son considerados altamente rentables, convirtiendo a Chile en un país clave en los resultados de la empresa a nivel global. De hecho, se estima que la operación nacional tendrá un peso de entre 30% a 40% en el resultado final, sosteniendo el crecimiento de la compañía de cara al futuro, por encima de la posición y aporte de Australia y China.
Analistas del mercado y de la empresa, afirman que después de experimentar un crecimiento en torno a 40% anual, gracias al boom que produjo la expectativa en torno a la penetración de autos eléctricos y baterías para el sector de energía renovable, el mercado se ajustó a la baja. Hoy, aseguran, se vive con los precios normales con los que la industria siempre ha trabajado entre US$12 y 15 mil la tonelada. De hecho, fuentes estiman que el mercado de litio pasará de un millón de toneladas hoy a 3 o 4 millones en diez años, lo cual impulsará un crecimiento de la empresa en torno a 20% anual. Para ello, la firma espera invertir en la optimización de sus activos en Chile, como en tecnologías propias (Salar Yield Improvement), para aumentar el rendimiento del 50% a 65%, como también inversión en extracción directa de litio y alcanzar entre 40% a 50% de rendimiento de sus inversiones.
La gestión del CEO
Pese a las críticas al CEO Kent Masters, cuya administración ha sido calificada de mediocre por el experto en litio Joe Lowry, en su reciente entrega de resultados el CEO afirmó que "a través de nuestra revisión estratégica de la estructura operativa y de costos de Albemarle, hemos identificado oportunidades significativas para reducir costos, mejorar la productividad y disminuir el gasto de capital”.
Parte de la nueva estrategia es implementar una estructura operativa para mantener la competitividad a largo plazo, racionalizando la organización hacia un modelo funcional integrado.
Albemarle también planea reducir significativamente los gastos de capital en 2025, estableciendo un rango de entre US$ 800 y US$ 900 millones para sostener sus activos actuales. Este recorte presupuestario se alinea con la expectativa de la compañía de que los precios del litio puedan mantenerse en el futuro. "Creemos que el precio seguirá siendo más bajo durante más tiempo", afirmó Masters. "Estamos posicionando a la empresa para competir a ese nivel". Albemarle estima que alrededor del 25% de la industria del litio opera actualmente con pérdidas, lo cual obliga a las empresas a revisar sus estrategias.
Como parte de esta reducción Albemarle detuvo los planes de expansión de su refinería de hidróxido de litio Kemerton en Australia, desaceleró su esfuerzo por reabrir la mina Kinds Mountain en Carolina del Norte, recortó su proyecto de parque tecnológico en el norte de Charlotte y una planta de procesamiento de hidróxido de litio en Carolina del Sur.
La política de Trump
Uno de los principales desafíos que deberá enfrentar la compañía será la postura del Presidente electo de EEUU, Donald Trump, frente a la industria. Y si bien fue Trump quien aprobó la operación de la mina de litio Thacker Pass, la apuesta está en como el nuevo mandatario favorecerá a las empresas estadounidenses, y al rol que tendrá Elon Musk en ello.
Analistas agregan que la presencia del dueño de Tesla en su gabinete será favorable para el desarrollo de las mineras y la cadena de suministro del litio, y puede ser un contrapeso a la falta de entusiasmo a las energías verdes y, en particular, por los vehículos eléctricos por parte de Trump.