A pesar de las bajas temperaturas registradas en la zona precordillera, los pueblos originarios se tiñeron de colores y música para el festejo de un ciclo de la naturaleza, no siendo un impedimento el frío para dar vida nuevamente a esta costumbre ancestral.
Y en efecto, las comunidades indígenas cada 24 junio reciben la llegada de un nuevo ciclo de la naturaleza, momento en el cual se agradece con un pago al agua y se hacen diversos ritos para la abundancia de ganado.
Una localidad fiel a sus costumbres es el poblado de Toconao, donde todo comienza en las vísperas del 24, pues en la noche del 23 de junio los toconares preparan la lana que servirá para el siguiente día para el ganado, esa noche todos se reúnen en el Valle de Jere sector el Chorro, donde cae el agua allí se realizan los ritos y ceremonia del Pago al Agua.
Desde allí, en la Quebrada de Jere, el yatiri del pueblo dirige la ceremonia para que los demás comuneros procedan a dar su respectivo agradecimiento con los elementos esenciales como hoja de coca, harina maíz y vino criollo, todo mezclado en cántaros de greda que están sobre mantas autóctonas llamadas gigllas.
La cosmovisión Lickan Antay se ve reflejada en esta fecha ya que esta ceremonia es esencial para que haya abundancia del vital recurso hídrico. La presidenta de la comunidad de Toconao Marlen Zuleta, dio a conocer de esta actividad. “Se agradece por las bondades que se dan en nuestra zona, y con estas actividades pretendemos seguir conservando las costumbres y tradiciones” , dijo la dirigenta
Para el día 24 de junio la comunidad se reúne en un corral donde se da agradecimiento al ganado, se hace el floreamiento, que es la postura de zarcillos o aretes de lana de color en las orejas del ganado, además se realiza un guaque, mezcla en jarros de greda de hojas de coca y vino, los comuneros participan realizando el pago con la mano izquierda para las almas y con la derecha para la tierra. El ofrecimiento es lanzado al ganado, todos bailan y cantan el “chururito”.
Por su parte, la alcaldesa de la comuna de San Pedro de Atacama, Sandra Berna, también recordó esta festividad en que desde antaños se celebra, además a San Juan Bautista y que es una oportunidad en que las noches de víspera la gente se bautiza y recibe la bendición. “Recuerdo que antes en Solor la gente jugaba con el agua, es una fecha también para agradecer al agua”.