En La Serena descubren inéditas imágenes del padre Gustavo Le Paige creador del Museo Arqueológico de San Pedro de Atacama

Hoy 19 de mayo se cumplen exactamente 43 años de la muerte del sacerdote jesuita Gustavo Le Paige de Waique, quien fue un destacado investigador de la cultura atacameño. Nacido en Bélgica, entró al noviciado de la Compañía de Jesús en 1922, allí tuvo como compañero de estudio y de ordenación al padre Alberto Hurtado.

Tras ser destinado a Chile, fue párroco de la capilla del mineral de Chuquicamata y más tarde se trasladó hasta el poblado de San Pedro de Atacama donde comenzó a interiorizarse de la cultura Atacameña. Allí llegó a reunir una importante colección de piezas arqueológicas, con ellas, con el apoyo de la comunidad y la Universidad Católica del Norte inauguró en 1957 en Museo Arqueológico de San Pedro de Atacama.

Hace unos 20 años, en la Región de Coquimbo y de manera fortuita, la profesora historia, Daniela Espejo encontró, entre los desechos de una propiedad que había sido vendida en el centro de la ciudad de La Serena, un grupo de fotografías antiguas, en su mayoría en color sepia y blanco y negro. Algunas estaban en muy mal estado.

Varias de ellas llamaron su atención, especialmente unas en donde se puede observar claramente al padre Le Paige. Las inéditas imágenes habrían sido tomadas por un antiguo fotógrafo que tenía un estudio en La Serena. Se desconoce el año exacto en que fueron tomadas.

En las imágenes que publica hoy la Voz del Norte.cl, se puede observar al sacerdote acompañado de al menos una momia atacameña.  También hay otras imágenes en que se pueden ver una serie de piezas de cerámicas.

Otras de las fotografías muestran al mismo padre Gustavo Le Paige sentado en una rincón de su oficina.

Hoy, la profesora Daniela Espejo, aprovecha esas fotografías para hacer clases con sus alumnos del Liceo Mistraliano de Paihuano y destacar la importancia del Patrimonio y también mostrar cómo las ciudades van cambiando en su arquitectura con el tiempo.

Sin duda se trata de un valioso documento fotográfico del sacerdote jesuita Gustavo Le Paige, destacado investigador de la cultura atacameña, a cuyo estudio profundo dedicó 25 años de su vida.