A pesar de ser país minero, en Chile cada vez son más escasos estos trabajadores. Y caros. Para seguir creciendo, este sector es el que más ha aumentado las remuneraciones promedio de los últimos años y es, por lejos, el que mejor paga de todo el país.
Actualmente, un directivo minero gana un 25% más que otro de cualquier ámbito de la economía, y un geólogo gana, en promedio, el doble que un médico y que un abogado. En el sector explican que hoy, aprovechando el súper ciclo de altos precios de los commodities, el incremento en el precio de la mano de obra puede sustentarse, pero, ¿qué pasará después?
"Cada empresa deberá buscar los mecanismos para ajustarse a las condiciones que la minería deba enfrentar, aunque seguramente el sector seguirá pagando las mayores remuneraciones del país", dice el ministro de Minería, Hernán de Solminihac.
Pero el gran problema de esto es que este factor se suma a otros, lo que ha hecho que, en términos absolutos, la minería chilena haya ido perdiendo competitividad. "El costo de la mano de obra ha ido subiendo, pero no la productividad, y hay que hacer algo con eso, sobre todo porque esto es un indicador de que estamos en vacas gordas", dice Diego Hernández, presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals.
Para él hay muchos oficios relacionados con la minería en los cuales ya se ve una burbuja, y que la tendencia debería ser la normalización de los sueldos.
Juan Enrique Toso, director de Minería de Finning, representante de Caterpillar en Chile, explica que para ellos, por ejemplo, la hora hombre de personal calificado se calculaba a través de una matriz definida según estándares internacionales.
"Pero en un momento nos dimos cuenta de que los costos subían más que el reajuste, entonces empezamos a usar el Índice de Costo de Mano de Obra de Minería (ICMO), que representa la realidad chilena, que claramente está disparada de la realidad internacional".
Además, dice un alto ejecutivo minero, una de las cosas más difíciles en la minería es bajar los sueldos, porque los sindicatos son fuertes y su trabajo es crítico para las operaciones.
"Nos pagan lo que merecemos, ni más ni menos", dice el dirigente sindical y director de Codelco, Raimundo Espinoza.
En blanco
Eduardo Molina, mánager Mining & Engineering de Randstad, empresa encargada de, entre otras cosas, la búsqueda de personal para el sector de la minería, explica que la falta de mano de obra especializada ha llevado a que las mineras eliminen el salario de las ofertas laborales. Así, buscan a postulantes que se acomoden a las necesidades de la empresa, y luego negocian el sueldo, aunque muchas veces pagan lo que pida el trabajador, principalmente si es un operario especializado en algún proceso muy específico.
"En 2011 no era una tendencia tan fuerte, pero este año el 10% de las búsquedas de colaboradores de la minería usa ese sistema, para asegurar que se encuentre más rápido al trabajador", dice Molina.
El problema es que, además, la escasez de mano de obra ha hecho que las mineras deban ampliar su radio de búsqueda a otros sectores de la economía.
Pero esto también ha sido un arma de doble filo: mientras más trabajadores levantan las mineras, más suben los costos de retener a la mano de obra. Así, si la minera quiere volver a contratar, deberá pagar sueldos más altos, para que aún siga siendo interesante ir a trabajar a una mina.
Por eso no es raro que, a raíz de esto, el precio de la mano de obra para la construcción se dispare. En 2012, ha sido el rubro que más ha encarecido sus costos laborales
Otro fenómeno que preocupa al sector minero es el de los viáticos. "Hoy todos los aviones del norte van y vienen llenos, y eso lo pagan las empresas", cuenta José Miguel Sánchez, director gerente de Atlas Copco, uno de los principales proveedores mineros.
Para este ejecutivo la burbuja sí existe: "Se están dando todas las condiciones, los costos se están descontrolando y en algún momento esto va a estallar, y el sector no se ha preparado aún", dice.