La peor en 9 mil años: Geólogo recomienda medidas a 28 años de la gran erupción del volcán Láscar

“Debemos también generar precaución con los turistas”, destacó el profesional.

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 20 de abril de 2021 Visto 318 veces

El 19 y 20 de abril de 1993 ocurrió la tercera erupción volcánica más violenta de las que se tienen registro en Chile. En aquella ocasión el volcán Láscar -ubicado a 70 km al sudeste de San Pedro de Atacama- entró en una explosión que inclusive arrastró cenizas hasta las costas de Brasil.

Este hecho fue el de mayor intensidad registrada en los últimos 9000 años y fue clasificada con un Índice de explosividad volcánica IV. La columna eruptiva generada alcanzó hasta 20 km de altura y producto de su colapso gravitatorio dio origen a flujos piroclásticos que cayeron en el área.

Estos flujos alcanzaron una extensión máxima de unos 8 km al Noreste al ser encauzada por la quebrada de Talabre y 4 km al Sudeste, donde hay depósitos con espesores por sobre los 3 metros.

CUIDADOS

Al respecto el Dr. (c) Alfredo Esquivel, geólogo del programa Ckelar Volcanes de la Universidad Católica del Norte (UCN), dijo que este evento ha podido ser simulado a través de programas digitales con lo cual pueden preverse consecuencias en caso de otra explosión.

“Las simulaciones de los peligros volcánicos son fundamentales ya que se conocen las consecuencias, alcances y el tiempo de un proceso eruptivo, para estar preparado ante un eventual escenario a futuro. Estas simulaciones se producen con modelos numéricos, es decir programas computacionales en donde uno ingresa valores como volumen erupcionados y se observa la generación de estos flujos paralácticos”, explicó.

Asimismo, agregó que se debe considerar también dentro del grupo de riesgo a los turistas, dado a que de momento solo se trabaja en planes preventivos con las comunidades que viven alrededor del macizo.

“Se puede considerar como una lección de este evento eruptivo y también recomendaciones a futuro que, para los estudios de riesgo, prevención y mitigación no se considere solo a las comunidades instaladas viviendo alrededor del volcán, sino que también toda la población generada de forma específica y esporádica que representa el turismo en esta zona. Por ejemplo, grupos grandes de personas salen desde San Pedro de Atacama semanalmente a realizar ascenso al Láscar y justamente este comienza y desarrolla a solo metros de donde bajó el flujo piroclástico hace ya 28 años”, puntualizó.

 



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