El Ministerio de Energía dio a conocer los resultados finales del Plan Energético Regional (PER) para Antofagasta, elaborado por el Ministerio de Energía en conjunto con el Gobierno Regional. Este instrumento constituye uno de los más importantes para la región, considerando que Antofagasta aporta el 26% de la energía del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y concentra gran cantidad de proyectos de energía.
El clave es clave para identificación territorial del estado de situación de la infraestructura energética en todos sus segmentos (generación, transmisión y distribución eléctrica; transporte, almacenamiento y distribución de combustibles), caracterización de los potenciales de energía renovable y las condiciones territoriales, brechas energéticas detectadas, entre otros.
La ceremonia fue liderada por la subsecretaria de Energía, Jimena Jara Quilodrán, junto al intendente Arturo Molina Henríquez y la seremi de Energía, Iris Olivarez Varas, y además contó con la participación distintos actores de sectores públicos, privado, empresas del sector energético y academia
En la ocasión la subsecretaria Jara explicó que “el sector energía funciona como una cadena o segmentos que tienen distintas expresiones en el territorio. Por ello el PER buscó en primer lugar resolver la pregunta de qué desarrollo energético se busca para la región, en función de los desafíos que impone la Política Nacional de Energía, la estrategia de Desarrollo Regional, la demanda de energía, así como los propios potenciales y aptitudes energéticas presentes en la región; para luego proponer cómo y dónde estos eslabones debieran expresarse en el territorio”
Durante dos años, el Ministerio de Energía junto al Gobierno Regional trabajaron para dar vida y forma a este importante instrumento, que se desarrolló en forma participativa, y para lo cual se realizaron 9 talleres en distintas comunas de la región.
En este contexto unos los principales resultados obtenidos en este plan, se tradujo en la definición de una serie de zonas con potencial energético en las comunas de Mejillones, Calama, María Elena, Taltal y Sierra Gorda.
Otras de las conclusiones que arrojó este instrumento estuvieron centradas en las aptitudes y potenciales que posee la región. En este sentido el PER detalló que existen zonas con aptitudes para: hidroelectricidad por almacenamiento y bombeo, generación térmica en base a combustibles fósiles y geotermia correspondiente a concesiones de explotación localizadas en la comunas de Ollagüe, Calama y San Pedro.
Del mismo modo, el PER determinó que la región posee potencial técnico para el desarrollo del recurso solar ejecutable en tres tipos de tecnologías (fija, con seguimiento en un eje y de concentración de potencia) y eólico; sin perjuicio del potencial marino aún no estudiado en la Región.
Por otra parte esta herramienta precisó que la región posee 1.200.000 hectáreas como zona de interés energético no condicionada para el desarrollo de infraestructura energética, y que equivalen al 9,5% del territorio regional. Adicionalmente, se identificó a modo de zona de interés energético con condicionantes, a una superficie aproximada de 8.000.000 de hectáreas, es decir un 63% del territorio, en las que el potencial energético es factible de desarrollar pero coincide con otras cualidades del territorio, tales como: existencia de recursos naturales, culturales o potenciales productivos en otras materias.