Los directorios de Norte Grande, Oro Blanco, Pampa Calichera, Nitratos y Potasios decidieron ayer estudiar formalmente una reorganización que “podría incluir fusiones” entre las empresas que controla el empresario de 75 años.
En un día inesperadamente feriado, los directorios de las cinco sociedades cascadas a través de las cuales Julio Ponce gobierna SQM desde hace décadas se reunieron este lunes de modo extraordinario y decidieron por unanimidad estudiar una reorganización del grupo empresarial, según comunicaron a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
Con una diferencia de tan solo 12 minutos, entre las 17:20 y las 17:32, mientras la selección chilena jugaba su tercer partido en la Copa América frente a Uruguay, las sociedades de inversión Pampa Calichera, Norte Grande, Oro Blanco, Nitratos y Potasios, informaron a la CMF exactamente lo mismo.
“El directorio acordó instruir la contratación de profesionales externos con el objetivo de estudiar la optimización de la estructura societaria del grupo empresarial, con especial atención en el fortalecimiento de la estructura de capital de la sociedad”, dicen las comunicaciones firmadas, todas, por Catalina Silva Vial, la gerente general que asumió hace dos meses en reemplazo de Ricardo Moreno.
Los directorios encargaron a Silva la contratación de asesores externos. Las compañías requerirán análisis financieros y tributarios para resolver la reorganización.
Las cinco sociedades informaron que, tras el análisis de los estudios técnicos, “y en la medida que se estime contribuya al interés social, el directorio podría someter a la consideración de los accionistas realizar reorganizaciones que podrían incluir fusiones entre compañías del mismo grupo empresarial”.
Una posible fusión entre las cascadas es un asunto impulsado desde hace años por accionistas minoritarios de las Norte Grande, Oro Blanco y Pampa Calichera y estuvieron en el centro del Caso Cascadas, una serie de transacciones bursátiles cuestionadas y sancionadas por la autoridad.
Uno de los primeros precedentes data de 2001, cuando accionistas como Moneda Asset y Bancard, el entonces vehículo de inversiones de Sebastián Piñera, exigían a las cascadas una fusión o la venta de las acciones que controlaban de SQM. Julio Ponce se negó. Lo mismo volvieron a pedir diez años después, en 2012, cuando cuestionaron transacciones realizadas con las acciones de esas sociedades.
Ponce volvió a negarse y argumentó que sus críticos buscaban aprovechar el descuento holding que tienen las sociedades de inversión y que, al unirse, desaparece, generando con ello una ganancia extraordinaria.
¿Por qué ahora Julio Ponce cambió de opinión? Entre otras cosas, porque cuando se le exigió hacerlo, hace años, las cascadas mantenían una estructura de deuda debilitada, por lo que una fusión ponía en riesgo el control de SQM, sostienen quienes conocen el grupo por dentro. Las garantías que debían mantener las sociedades para sostener sus deudas impedían un movimiento de ese tipo, agregan.
Actualmente, con el aumento de precio de los activos que la cadena de sociedades controla, más de 31% de las acciones de SQM, un movimiento de este tipo tiene más sentido. Hace tres meses algo de aquello anticipaba el presidente de las cinco sociedades, Rafael Guilisasti, entrevistado por Pulso: “Creo que una racionalización de las cascadas es un horizonte que está abierto. Hay que ver las condiciones en el tiempo. Las cascadas se mueven al son de SQM. Y SQM es una empresa que ha mejorado sus estándares de gobierno corporativo, tecnológicamente está en la punta y el ciclo nuevo que se abre en la economía mundial le es completamente favorable”, decía Guilisasti a inicios de marzo. Y explicaba así la filosofía de la arquitectura societaria: “Entendamos bien la naturaleza de las cascadas. Es un instrumento financiero para adquirir, con cierto descuento, un activo. Puede ser un activo único o puede ser, como otras sociedades cascadas, con multiplicidad de activos. La magnitud del descuento es una cosa que el mercado va fijando”.
El exlíder de la CPC y socio de Concha y Toro lidera las cascadas desde 2015. En todas esas sociedades su vicepresidente es Patricio Contesse Fica, brazo derecho de Ponce. Los directorios aclararon ayer que no han tomado “decisiones definitorias”, pero que sí tienen “interés en avanzar efectivamente en ese sentido”.
Poco antes, en febrero, Inversiones SQYA, la matriz de las sociedades cascadas (ver infografía) adquirió, a través de un poder comprador que hizo público, unos US$ 90 millones en acciones de Oro Blanco, Norte Grande y Nitratos, operación financiada con un crédito puente de BTG Pactual Chile. A mediados de abril, en tanto, se filtró la oferta que un fondo brasileño, IG4, hizo a Julio Ponce para hacer lo mismo que ahora se evaluará formalmente: lanzar una oferta por las acciones de las cascadas y fusionarlas, según la propuesta de los sudamericanos, en dos sociedades: Pampa Grande y Pampa Chica. Ponce rechazó el ofrecimiento.
Pero un camino posible no estaría tan alejado de ese ofrecimiento. Las cinco sociedades podrían fundirse en una sola. O en dos, si se siguen las dos líneas que están hoy aguas arriba de SQM. Norte Grande controla Oro Blanco, esta Pampa Calichera y esta tiene el 23% de SQM. En la otra cuerda separada, Norte Grande controla Nitratos, la que a su vez posee Potasios. Y esta tiene el 7% de SQM.