INDUSTRIA. Efectos de las lluvias de enero y febrero sobre la producción obligaron al Banco Central a recortar la proyección de crecimiento 2019 para el país
Kilómetros de correas transportadoras y tuberías congeladas. Caminos productivos cortados o en condiciones intransitables bajo un estándar mínimo de seguridad. Piscinas de evaporación y soluciones contaminadas por la lluvia.
Estos son solo algunos de los inconvenientes que acarrean para la industria minera los cada vez más frecuentes fenómenos climáticos que afectan al norte del país, y que en muchos casos obligan a detener producción o bajar su ritmo.
El hecho es que el cambio climático se instala cada vez con mayor fuerza como un factor de amenaza a la producción minera regional. Realidad que las compañías mineras reconocen y para lo cual vienen implementando una serie de medidas preventivas y para mitigar sus efectos sobre el negocio.
El problema no es menor y sus efectos se dejan sentir incluso en los indicadores económicos nacionales. El menor dinamismo esperado para el sector minero fue el principal fundamento que obligó al Consejo del Banco Central (BC) a recortar la proyección de crecimiento para el país en 2019 en su último Informe de Política Monetaria (Ipom).
"La disminución de las proyecciones para 2019 se explica por un menor desempeño previsto para la minería", explicó el vicepresidente del instituto emisor, Joaquín Vial, quien estuvo esta semana en Antofagasta.
Ese menor desempeño de la minería -complementó el economista jefe de la Sofofa, Rodrigo Mujica-, "está marcado por los fenómenos climáticos que afectaron a Antofagasta y otras regiones del norte a comienzos de año y que provocaron una importante merma en la producción".
Sin ir muy lejos, ayer el BC entregó la información preliminar del Imacec para febrero, el cual creció 1,4%, el más bajo desde junio de 2017 y muy por debajo de las expectativas del mercado, nuevamente arrastrado por la actividad minera.
Según el BC, el Imacec minero disminuyó 7,8%, mientras que el no minero creció en 2,4%.
Adaptación
Desde Sonami, admiten que en los últimos años "hemos sido testigos, crecientemente y en forma especial en el norte del país, de fenómenos climáticos extremos que, en algunos casos, han provocado hasta la paralización de faenas productivas".
Concuerdan que estos fenómenos son parte del cambio climático que se observa globalmente y agregan que frente a ello, hace años las empresas han comenzado a disminuir emisiones, entre otras actividades.
No obstante lo anterior, reconocen que en materia de planes de adaptación las compañías "están un poco más atrasadas, especialmente porque las consecuencias parecen ser más graves de las inicialmente dimensionadas".
En esa línea, el vicepresidente de Asuntos Corporativos de Minera Escondida, Patricio Vilaplana, explicó que en el caso de la compañía, las operaciones que se ven cada vez más afectadas son las que se ubican en el sector cordillerano -como Monturaqui-, donde mantienen extracción de agua.
En la zona donde está la operación minera, sostuvo que "casi todos los inviernos estamos teniendo algún tipo de situación climática con lluvia y nieve. La segunda era más o menos habitual y la operación se diseñó pensando en eso, pero la lluvia no", señaló.
Agregó que esa condición los obligó a cambiar la forma en que se organizaban y a activar distintos sistemas de alerta para condiciones de viento, lluvia, nieve e incluso tormentas eléctricas.
"Desde hace dos años nuestro plan de invierno ya no es de contingencia, sino regular. Tenemos que estar preparados en materia de seguridad y también para efectos de la producción", dijo.
Emisiones
"Como grupo reconocemos el cambio climático como una realidad y por ello tenemos la meta de reducir en 300 mil toneladas nuestras emisiones de gases de efecto invernadero al 2022", inició comentando el vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Antofagasta Minerals (Amsa), René Aguilar.
Tal como Escondida, aseguró que han debido intensificar los esfuerzos para anticipar los eventos climáticos.
"Nuestro modelo de prevención de riesgos de seguridad y salud ocupacional considera dentro de sus procedimientos el monitoreo permanente de las condiciones climáticas y establece para cada una de ellas una serie de protocolos operacionales que deben activarse dependiendo de cuáles sean éstas. Ello para resguardar la producción, pero por sobre todo la seguridad de nuestros trabajadores", dijo al respecto.
Litio
Pero estos fenómenos climáticos no solo aprobleman a la minería metálica. La cada vez más influyente industria del litio también sufre esta situación.
Y es que la tecnología utilizada por las dos compañías que extraen el mineral desde las salmueras del Salar de Atacama (SQM y Albemarle) utilizan una tecnología en base a grandes piscinas de evaporación las que están completamente expuestas.
El proceso de producción de litio depende en gran medida de las condiciones climáticas ya que utiliza la energía del sol para evaporar la salmuera y obtener mayor cantidad de concentración de litio. Y esa es una de las grandes ventajas comparativas que tiene el Salar de Atacama, en el desierto más seco del mundo, explicaron desde la firma norteamericana.
"La lluvia provocada por el invierno altiplánico lo que hace es afectar esos rangos de concentración lo que hace más lenta la producción. Sin embargo, esos niveles son recuperados en los periodos secos, en donde la evaporación es más rápida", aseguraron.
Protección
Junto con impulsar instancias de colaboración mutua con las autoridades y comunidades en materia de seguridad, desde Albemarle advirtieron que -en lo que respecta a la producción-, es posible proteger la salmuera, por ejemplo, a través de carpas impermeables o de otros sistemas que eviten que el agua diluya la concentración de litio.
"Todas estas medidas se analizan de manera constante para mejorar la eficiencia de producción que permita entregar de manera segura el litio a la Planta Química La Negra que es donde termina el proceso que entrega un producto con altísimo valor agregado", cerraron desde la compañía norteamericana.
"Casi todos los inviernos estamos teniendo algún tipo de situación climática con lluvia y nieve".
Patricio Vilaplana, Vp. Asuntos Corporativos MEL