Los precios más bajos del litio y los efectos de la pandemia causarán demoras de 6 a 14 meses para los proyectos de litio en Chile y Argentina.
Según el analista de Benchmark Mineral Intelligence, José Hofer, la situación ha llevado a los operadores de nuevos proyectos de litio a repensar el inicio de la producción.
"Los retrasos están relacionados con los problemas para la movilización del personal a terreno, pero la falta de inversión por parte de la banca y la caída de precios que hemos visto desde 2018 también tienen un efecto", señaló Hofer a BNamericas.
"Si eres un productor nuevo y quieres entrar en el mercado, los precios van a tener que subir para que se haga atractivo para las empresas entrar y tener una buena tasa de retorno", indicó.
Las mineras de litio tendrían que elegir entre posibles acuerdos de fusiones y adquisiciones o seguir posponiendo las fechas de inicio debido a la incertidumbre generada por los precios más bajos.
“El valor de mercado de los proyectos argentinos está en el nivel más bajo. Si alguna empresa con espalda financiera o con suficiente caja tiene planes de aumentar su participación de mercado en el futuro, esta es la mejor oportunidad para salir a comprar proyectos de litio”, explicó Hofer.
UNA INDUSTRIA EN CRECIMIENTO
Hasta la fecha, la demanda de almacenamiento de energía para vehículos eléctricos, redes y dispositivos portátiles es el principal impulsor de la demanda de productos químicos de litio y Hofer pronostica tasas de crecimiento anual de 20%-25% en los próximos 10 años.
Según el analista, pocas industrias crecerían tanto, por lo que Chile y Argentina deberían evaluar sus roles en el mercado.
“En Argentina, la actividad se desarrolla desde la perspectiva privada con apoyo de las autoridades. En Jujuy, Salta y Catamarca –provincias de litio– apoyan al inversionista y facilitan la tramitación de los requerimientos legales y ambientales”, sostuvo.
Chile, que tiene el 60% de las reservas de litio y cubre el 20% de la producción mundial, permite la extracción a empresas estatales o en asociación con estas, o bajo un contrato especial similar a los otorgados a los productores SQM y Albemarle.
A partir del próximo año, las mayores ventas de vehículos eléctricos elevarán la demanda de carbonato de litio, actualmente de 300.000t, en 75.000-80.000t año tras año. Esto es casi equivalente a la capacidad actual anual de carbonato de litio de SQM.
"Si se llega a producir un déficit en el mercado del carbonato de litio o del hidróxido de litio, los precios necesariamente van a subir, y van a subir mucho más que US$12.500/t y US$13.500/t, respectivamente", aseveró Hofer a BNamericas.
A principios de este mes, Citigroup pronosticó un precio de carbonato de litio de US$4.800/t durante este trimestre y de US$7.200/t para 2022.