Dos lagunas de San Pedro de Atacama, Tebenquiche y La Punta y La Brava, además de la desembocadura del Río Loa, son las áreas de la región que serán parte del Plan Nacional de Conservación de Humedales, el cual esta siendo lanzado por el ministerio de Medio Ambiente este fin de semana.
A nivel nacional se trata de 40 zonas prioritarias en una primera etapa de este plan, mientras que otras 18 se incluirán en una segunda fase. En el caso de Tebenquiche, que está considerada para la primera etapa junto a la desembocadura del Loa, las comunidades indígenas de Coyo y Solor habían solicitado oficialmente, en mayo de este año, que el área fuera declarada Santuario de la Naturaleza. Requerimiento que está siendo apoyado por la Secretaría Regional Ministerial de Medio Ambiente.
Al incluirse Tebenquiche en el plan de protección -que justamente apunta a dar categoría de Santuario a estos humedales la aspiración de la comunidad se encamina a la concreción.
La Seremi de Medio Ambiente de la región de Antofagasta, Visnja Music, aseguró que "proteger nuestros humedales permitirá el desarrollo económico Sustentable de la comuna de San Pedro de Atacama, pero principalmente de sus pueblos originarios. Aumentará el turismo y a la vez, el interés científico por descubrir su riqueza histórica y biológica".
BACTERIAS DEL ORIGEN
Tebenquiche es de gran importancia tanto para las comunidades indígenas como para el mundo científico, ya que es una de las lagunas del altiplano en que habitan extremófilos. Se trata de bacterias que viven en condiciones extremas, como alta salinidad, escaso oxigeno y alta radiación, y son una muestra sobre cómo se originó la vida en la Tierra.
Además, pueden tener aplicaciones biotecnológicas y servir para estudiar la vida en otros planetas, como por ejemplo Marte.
Gracias a la acción de este tipo de microorganismos, se liberó el oxígeno suficiente para que evolucionaran organismos más complejos en la Tierra. La presidenta de la comunidad de Solor, Ana Ramos, comunidad cercana de Tebenquiche -junto con Coyo- explicó que “en este sector se hizo un estudio de los extremófilos, que fueron los primeros habitantes del planeta, que fueron evolucionando y dieron origen a la vida como la conocemos hoy. Entonces, la laguna tiene un componente general, desde la parte ancestral hasta la parte científica, además de todo lo que tiene que ver con el medioambiente, su flora y fauna”.
Pero, como reconoce Music, los ecosistemas que albergan los extremófilos, y los humedales en general, están en serio peligro tanto en Chile como en el mundo. "Son ecosistemas frágiles y altamente vulnerables frente a factores de amenaza como las prácticas no sustentables y el cambio climático", dice Music.
GESTIÓN
Según la Seremi, el Programa Nacional permitirá proteger la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en áreas prioritarias de humedales, “a objeto de asociar una categoría de área protegida que garantice su conservación y gestión a largo plazo”.