Desde que se inició el plan en el norte, se han recuperado 50 vehículos robados y la II Región disminuyó su participación en las incautaciones de drogas.
En el Hito 72, en el sector de Inacaliri, en la comuna de Calama, cerca de la frontera con Bolivia, a más de tres mil metros de altitud y muy próximo al río Silala, se inició la segunda etapa del cierre de pasos fronterizos ilegales de la II Región. Dicha zona era uno de los puntos prioritarios a bloquear, pues inteligencia de Carabineros había detectado allí puntos por donde se estaba ingresando droga al país y, al mismo tiempo, sacando vehículos robados, principalmente camionetas que son utilizadas en las faenas mineras.
Con dicha intervención, en lo que va del año, se han cerrado los tres sectores más utilizados para estos ilícitos en la frontera de Antofagasta, principalmente en las cercanías de San Pedro de Atacama. Son un poco más de 10 caminos bloqueados.
Ya se intervino el Hito 78, ubicado cerca del retén Tocorpuri, en la comuna de San Pedro de Atacama, y a la vez el puesto fronterizo de Carabineros más cercano al Tatio. También se bloquearon caminos en el Hito 69, al interior de Cebollar, zona cercana a Ollagüe y Ascotán.
Para ejecutar los cierres, se está empleando maquinaria (motoniveladora y cargador frontal), con la cual se generan zanjas y pretiles (muros) en las zonas identificadas y determinadas por Carabineros, obstruyendo el paso de cualquier tipo de vehículo. Todo eso, también es apoyado por la Unidad de Desminado del Ejército para asegurar el éxito de la destrucción de los caminos.
Valentín Volta, intendente de la Región de Antofagasta, explicó que "desde la puesta en marcha del plan de corte de caminos se han recuperado 50 vehículos robados, reduciendo las cifras de este tipo de ilícitos en la zona norte".
El plan considera el cierre de diversos caminos en alrededor de 20 lugares ya identificados en la frontera de Antofagasta.
Se busca replicar la medida en Tarapacá y Arica.
20 sectores están identificados en la II Región como pasos ilegales para cruzar la frontera.
35 caminos eran utilizados por traficantes y bandas especializadas en el robo de vehículos.
325 kilómetros es la extensión de la frontera en la II Región con el vecino país de Bolivia.