A mediados de 2019 debería ver su primera luz el telescopio TAO (U. of Tokyo Atacama Observatory) de la Universidad de Tokio, que se instalará a 5.640 metros de altitud en la cumbre del cerro Chajnantor, cerca de San Pedro de Atacama, y a cuyos pies se encuentra el radiotelescopio ALMA.
Así lo aseguró ayer a "El Mercurio" el astrónomo Yuzhiro Yoshii, director del proyecto, poco antes de participar en la ceremonia de colocación simbólica de la primera piedra del instrumento, que se realizó en el GAM, en Santiago.
Se trata del telescopio situado a mayor altura de todo el planeta y el de tipo infrarrojo que obtendrá mayor resolución, justamente gracias a los más de cinco mil metros de altitud en que estará instalado. "Será el más importante del mundo en esta frecuencia", asegura.
Entre lo que queda de este año y todo el próximo se ensanchará el camino a la cima del cerro, para así poder subir las estructuras ópticas, incluyendo el espejo de 6,5 metros, que se encuentran ya listas en Japón. El instrumental se trasladará en barco a Mejillones y luego será subido en camión a Chajnantor. Como la radiación infrarroja es capaz de atravesar objetos densos y oscuros, TAO podrá analizar la radiación generada en torno a agujeros negros en el centro de las galaxias y la formación de planetas extrasolares.
"Este proyecto tiene una muy alta importancia para Japón, porque, además de realizar investigación astronómica avanzada, será el principal instrumento para preparar estudiantes que conformarán la próxima generación de astrónomos". Será como un telescopio escuela, dice.
El telescopio será operado remotamente, desde un centro de control en San Pedro de Atacama.
Yoshii, quien ha visitado Chile cerca de 50 veces, reconoció sentir envidia del país, porque los astrónomos nacionales tienen la oportunidad de poder escoger diferentes tecnologías de punta para observar, destacando además que el crecimiento del número de profesionales en el área ha sido descomunal en los últimos 20 años, gracias a los proyectos internacionales.