La principal demanda de los pobladores en la comuna de San Pedro de Atacama es el agua y para responder a esta inquietud que se concretó la ejecución del proyecto “Reposición de 2, 5 kilómetros Emergencia Aducción Vilaco Comunidad Atacameña de Toconao”. Trabajo que implicó una inversión de más 156 millones de pesos y financiado por fondos de Proyecto ALMA, con la asesoría técnica de del municipio local.
En la ceremonia, Hugo Miranda, en representación de la Municipalidad de San Pedro de Atacama, dio las gracias a cada una de las instituciones de Toconao, pues es la municipalidad ha apoyado este proyecto, además invitó a continuar trabajando en conjunto para seguir avanzando en el desarrollo de este poblado.
El proyecto de aducción de tuberías de agua de Vilaco, consistió en cambiar las antiguas instalaciones por una de mayor calidad de HDPE con sus respectivas válvulas de alivio y presión, obra realizada por la empresa Serminor.
Por su parte, Marlene Zuleta, presidenta de la comunidad de Toconao explicó que con estos proyectos se vela por los recursos naturales, pues el agua es un elemento vital. “Es importante para nosotros, traer esta agua de Vilaco, este es un trabajo que ha traspasado generaciones, hoy hemos generado alianzas y redes con organizaciones publicas y privadas que nos ayudan a llevar a cabo estos proyectos” dijo.
Este proyecto de aducción de aguas de Vilaco continuará en una segunda etapa que será ejecutado con fondos FNDR (Fondo Nacional de Desarrollo Regional)
Otros proyectos ejecutados:
Otro de los proyectos presentados es la “Sala Eco Etno Turística” adjudicado a través de recursos de INDAP en una primera etapa y posteriormente a través de fondos concursable de Fundación Minera Escondida, lo que permitió la instalación de 10 paneles termolaminados, además de la realización de un video turístico y trípticos informativos del pueblo.
Un tercer proyecto presentado públicamente se materializo a través del lanzamiento del libro denominado “Toconao Arquitectura Bioclimática de Piedra, Madera y Barro”, que contó con la iniciativa y entusiasmo del arquitecto Cristian Games Díaz. El libro de 500 ejemplares fue financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes Fondant Regional