PENAS MÁXIMAS Y APLICACIÓN DEL RIGOR DE LA LEY DEMANDAN LAS FAMILIAS GAVIA Y BUTRÓN. HERMANOS Y HERMANAS DE LAS VÍCTIMAS DEL AYLLÚ DE SÓLOR.
Acasi dos años de los homicidios de sus hermanos y su sobrino en el ayllú de Sólor en la comuna de San Pedro de Atacama, las familias Gavia y Butrón aún sienten la ausencia de sus seres queridos, y a quienes se les arrebató la vida de forma cruel y despiadada. El semblante de cada uno de quienes acudieron a la audiencia de preparación de juicio oral contra el único imputado, sólo muestra dolor, y una pena que aún pesa en el seno familiar.
"La relación con mi hermana era de mucha unión. Tras el fallecimiento de mis padres, Tomasa, la mayor, asumió el rol de cuidado de los siete hermanos que vivíamos en Sólor. Aún la echamos de menos, siempre tuvimos una excelente relación como hermanos y hermanas. Aún no entendemos por qué pasó esta terrible situación, y donde sufrieron tanto ella, su esposo e hijo", comentó Judith Butrón una de las hermanas menores de la víctima.
Marta, otra de las hermanas de Tomasa Butrón, agrega que "hay un dolor enorme, tremendo y eterno. Sobre todo por cómo ocurrieron las cosas. Tanto así que uno de nuestros sobrinos que los encontró, falleció de una severa depresión a los ocho meses después de los homicidios. Ha sido terrible esta situación".
Familia pequeña
Judith Butrón explicó que su hermana Tomasa "tuvo un sólo hijo, Wilson, esto porque poco después de nacer mi hermana tuvo una serie de complicaciones de salud. Esto impidió que con mi cuñado pudieran tener más hijos. Eran una familia pequeña, pero siempre estaban rodeados de nuestras hermanas y hermanos, siempre en la pasividad de Sólor donde regresaron tras años de trabajo de mi cuñado en Chuquicamata.
Marta Butrón agregó que "el anhelo de ellos como de toda nuestra familia siempre fue regresar, y así lo hicimos algunos a Sólor, porque es, era, un pueblo tranquilo, donde nos dedicábamos a la agricultura y a una vida en paz con el resto de los vecinos".
Paulino, hermano de Juan Gavia, también asesinado en enero del año pasado, dijo sobre su relación con la víctima que "era muy buena, pese a que él decidió regresar a Sólor manteníamos comunicación constante. Él trabajó 49 años en Codelco Chuquicamata, y tras su retiro no lo dudó, se fue el pueblo donde quiso retomar la agricultura, y también el buen vivir, y la tranquilidad de Sólor. Jamás pensamos que esta tragedia nos golpearía".
Homicida
Sobre el imputado de las muertes de Tomasa Butrón, su esposo Juan Gavia e hijo Wilson Gavia; Judith Butrón dijo al respecto que "a la casa de mi hermana siempre llegaban visitas, comúnmente sobrinos que les gustaba ir a verlos. Mi hermana padecía de complicaciones de salud, y eso la llevó a recibir a ésta persona que debía ayudarlos con los quehaceres del hogar, pero que finalmente terminó siendo el asesino de ellos. Tuvimos mucha confianza con él, y cómo nos pagó. Con crueldad".
El pasado viernes y en cita del Tribunal de Garantía para iniciar la audiencia de preparación de juicio oral contra el acusado de las muertes, las familias Gavia y Butrón, además de vecinos de Sólor manifestaron su preocupación "con la intención del asesino de declararse inimputable y evitar cualquier proceso penal. Como familias, unidas, queremos justicia, y la pena máxima para quien nos arrebató a nuestros seres queridos", dijo Judith Butrón.
La investigación en esta causa, finalizó el pasado mes de agosto cuando se cumplió con el plazo establecido por el Juzgado de Garantía. Y en la cita del viernes se postergó nuevamente la audiencia de preparación para el próximo jueves 30 de noviembre. Tras esto, la abogada querellante Claudia Godoy comentó que "respetamos la decisión del Juzgado, pero vamos a perseverar en las condenas solicitadas, estas de presidio perpetuo para el detenido y su responsabilidad acreditada en la investigación de Carabineros".
30 de noviembre próximo se efectuará la reprogramación de la audiencia de preparación en la causa.
26 y 27 de enero del año 2022, se produjeron los homicidios de los adultos mayores y su único hijo.