Con expectación miran distintos actores de la industria minera la solicitud que planteó Albemarle al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de revisar los permisos ambientales de la propia firma estadounidense y de SQM en el salar de Atacama, el mayor yacimiento de salmuera de litio del mundo.
En el documento, Albemarle sostuvo que la actividad extractiva histórica de salmuera desde el núcleo del salar ha sido una de las causas principales en la variación del acuífero. También destacó una discrepancia significativa con las proyecciones iniciales de SQM en el proyecto aprobado por la RCA de 2006. Estos hallazgos establecieron que las actividades de SQM incidieron en mayor medida en los descensos de salmuera, presentando una relación sincrónica con el descenso de agua dulce-salobre en el acuífero, dice la presentación.
Albemarle pide revisar permisos ambientales en el salar de Atacama
Consultada Albemarle sobre los riesgos que se abren y si su presentación apunta en contra de SQM, la compañía respondió que “el permiso ambiental para nuestras operaciones en el Salar de Atacama nos exige monitorear variables específicas. Cuando estas variables bajan de ciertos umbrales, estamos obligados a investigar sus causas e informar a las autoridades pertinentes. Recientemente descubrimos que una variable no se comportaba como se esperaba”.
“Este descubrimiento no implica un incumplimiento de obligaciones ambientales ni daños al medio ambiente. Nos tomamos muy en serio nuestro compromiso con la sostenibilidad del Salar, por lo que estamos adoptando un enfoque proactivo presentando una solicitud formal a las autoridades ambientales. Dado que otros operan en el Salar, nuestra solicitud recomienda una colaboración de toda la industria para realizar estudios adicionales y aplicar tecnologías avanzadas de teledetección para comprender mejor los factores que están contribuyendo a este comportamiento”, explicó.
SQM, al igual que el Ministerio de Minería y Corfo, declinaron responder consultas a Pulso sobre este artículo. Desde el SEA señalaron que la minera realizó esta solicitud ante la dirección regional de Antofagasta, y cuya admisibilidad está siendo analizada actualmente. El viernes, sin embargo, SQM dijo a Pulso que la firma ejecuta “el plan de seguimiento ambiental más extenso en el Salar de Atacama, programado previamente y supervisado por las comunidades atacameñas” y recordó que desde 2020 “ha implementado reducciones sostenidas en sus extracciones de salmuera y agua en el Salar de Atacama, siendo el único actor en la cuenca que, junto con reducciones efectivas en el bombeo que contribuyen a un mayor equilibrio hídrico en la cuenca, ha logrado aumentar en forma sostenible su producción de carbonato de litio, manteniendo su posición de liderazgo a nivel mundial”.
Gustavo Lagos, académico del Departamento de Ingeniería en Minas de la Universidad Católica, destacó la complejidad técnica de esta consulta, que requiere que el Servicio de Evaluación Ambiental verifique modelos hidrogeológicos complejos para evaluar los impactos en el medio ambiente del salar y su entorno. Estos modelos consideran variables como el nivel de agua subterránea y de lagunas, que son cruciales para los ecosistemas locales, influidos por factores como la precipitación, la evaporación y la extracción de salmuera para la producción de litio.
Lagos subrayó que las empresas han mejorado significativamente sus modelos hidrogeológicos en los últimos años, a pesar de la escasez inicial de hidrogeólogos en Chile, y que la extracción de salmuera se ha reducido mientras la producción de litio ha aumentado, cumpliendo con estrictas regulaciones. Sin embargo, destacó la necesidad de que el Ministerio de Hacienda financie más especialistas en hidrogeología para el SEA y la Dirección General de Aguas, dada la creciente demanda. Lagos confía en que las empresas y el Estado están gestionando la explotación del salar de manera sostenible, pero enfatiza la importancia de actualizar las RCA continuamente para reflejar el avance del conocimiento y la dinámica del sistema natural del Salar de Atacama.
Sin plazos
La petición se basa en un artículo de la Ley 19.300 y el Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, que permiten la revisión de una RCA cuando las variables evaluadas han variado sustantivamente o no se han verificado, afectando los objetos de protección ambiental. Lo que viene ahora es que el SEA declare admisible la presentación de Albemarle.
En caso de ser acogida a tramitación, vendrá un ida y vuelta de preguntas del SEA a las compañías afectadas y a distintas reparticiones públicas. El problema es que no tiene plazos fijos y, por lo tanto, un titular podría estar facilmente hasta tres años en este procedimiento, como en el caso de Alto Maipo, que ingresó el 5 de febrero de 2018 y la resolución de revisión es del 2022.
Por su parte, la diputada independiente Yovana Ahumada, presidenta de la comisión de Minería y Energía, se mostró “preocupada” por la petición de Albemarle y dijo que las comunidades están atentas a todo lo que está pasando con el Salar de Atacama producto de la intervención de las empresas.
“Esta es una solicitud que hace Albemarle y quiero pensar bien de que existe un interés real de la minera sobre los efecto de la intervención en el salar. Espero saber qué resolverá el SEA y se supone que el organismo técnico autorizó y evaluó el impacto, debiera estar esto de alguna manera zanjado. De lo contrario vamos a estar generando dudas adicionales, sobre todo cuando se están tomando decisiones tanto por el Estado para el resguardo de ciertos salares como los nuevos acuerdos estratégicos que se asumieron hace muy poco entre Codelco y SQM en el mismo salar”, agregó.
Juan Carlos Zuleta, analista boliviano y ex gerente ejecutivo de Yacimientos de Litio Bolivianos, dice que la solicitud de Albemarle para revisar las resoluciones de calificación ambiental (RCA) podría afectar las proyecciones de producción tanto de Albemarle como de la asociación SQM-Codelco.
Los estudios hidrogeológicos indican que la extracción excesiva de salmuera provoca una afluencia de agua dulce para compensar el agotamiento de los acuíferos salinos, con Albemarle señalando que las actividades de SQM tienen un mayor impacto negativo. Para el periodo 2025-2030, SQM-Codelco proyecta una producción adicional de 300 mil toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE), mientras que Albemarle planea producir 100 mil toneladas de LCE anualmente a partir de 2025.
Flavia Liberona, directora ejecutiva de la Fundación Terram se mostró favorable a la solicitud planteada por la minera estadounidense y sostuvo que “el requerimiento de Albemarle parece del todo razonable, ya que, como sabemos, las primeras operaciones en el Salar de Atacama no fueron evaluadas ambientalmente”. “Lamentablemente, el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) no tiene una mirada integradora de los impactos que se pueden ocasionar en un área determinada”, añadió.