Este año, debido a la pandemia, no podremos realizar actividades presenciales como la misa, la romería y el vino de honor que tradicionalmente se comparte con las autoridades locales, funcionarios, académicos y las personas que conocieron al padre. Sin embargo, lo recordaremos mediante una misa trasmitida vía internet. Además, personal del Instituto llevará flores a la sepultura ubicada en el cementerio de San Pedro de Atacama.
Para quienes deseen acompañar la misa, esta será transmitida por la Parroquia de San Pedro de Atacama este martes 19 de mayo a las 19.00 horas a través de su página de Facebook.
El legado del Padre Gustavo Le Paige en San Pedro de Atacama
Gustavo Le Paige nació en Bélgica el 24 de noviembre de 1903. Estudió en el colegio jesuita de Charleroi, donde realizó su primera comunión en 1911. A los 19 años ingresó al noviciado jesuita de Arlon. Realizó sus votos de devoción en 1923 y promesa en 1924. Una vez finalizados sus estudios clásicos y filosóficos, viajó a la actual República Democrática del Congo en 1928. Allí estuvo hasta el año 1952, cuando los jesuitas decidieron entregar la misión a otra congregación.
Su vida en Chile inició en el año 1953, llegando a Santiago con el propósito de asistir al Padre Hurtado en sus obras de caridad. Sin embargo, durante su viaje se enteró que Hurtado había fallecido el año anterior. En esa ciudad esperó su próxima asignación en Marruecos, pero pasados cinco meses fue enviado a Chuquicamata, en donde recibió las primeras noticias de San Pedro de Atacama. En 1954 viajó por primera vez allí para la fiesta de la Purísima y -finalmente- se instaló en marzo de 1955 en la casa parroquial del pueblo.
Le Paige es fundamentalmente conocido por sus trabajos arqueológicos en la zona, que se extendieron entre 1955 y 1979 y que pusieron a la cultura atacameña en el mapa académico mundial. Fruto de estos trabajos inauguró una sala de exhibición en la Casa Parroquial en 1957. En 1963 se fundó el museo, con apoyo de la Universidad Católica del Norte. Ese mismo año se celebró en sus instalaciones el Primer Congreso Internacional de Arqueología de Chile.
Aunque la arqueología constituye la cara más visible del legado de Le Paige, no debemos olvidar lo multifacético de su obra. La vida artística estuvo entre sus intereses principales, siendo el paisaje de San Pedro de Atacama uno de los temas de sus pinturas. Se involucró además en múltiples obras de desarrollo para el mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores. En 1979 fue traslado a Santiago debido a una grave enfermedad. Falleció allí el 19 de mayo de 1980, pero uno de sus últimos deseos fue ser enterrado en San Pedro de Atacama. Hoy sus restos descansan en el pueblo que tanto amó.