El anuncio de Antofagasta Minerals -brazo minero del grupo Luksic- de suspender su proyecto Antucoya sorprendió al mercado. La iniciativa de US$1.700 millones ubicado en Mejillones será revisada por la firma liderada por su presidente ejecutivo Diego Hernández.
Sin embargo, no es el único proyecto suspendido. Con Antucoya, el catastro llega a 12, sumando US$40.600 millones la inversión "stand by" de la industria. Esta suma equivale al 39% de la cartera de iniciativas mineras proyectada por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), que en junio llegaba a US$104.300 millones.
De acuerdo a un informe de Cochilco publicado la semana pasada, las razones detrás de los retrasos en los distintos proyectos son de índole interna y externa.
Los factores externos, principalmente, se refieren a la necesidad de asegurar el suministro eléctrico a costos inferiores a los actuales. También, está entre los motivos poder perfeccionar el estudio de impacto ambiental u obtener permisos para construir obras de infraestructura requeridas por el proyecto.
Los factores internos, en tanto, se refieren a los altos costos considerados para la inversión y operación , "lo que obligaría a la compañía a reformular el proyecto". Asimismo, algunas iniciativas buscan la sincronía del proyecto con la estrategia global de la compañía y al logro del financiamiento.
Por qué se suspenden o difieren
Uno de los proyectos suspendidos es Inca de Oro -de la Australiana PanAust, con participación de Codelco- que aspiraba iniciar operaciones en 2014, no obstante, esta se retrasaría a 2016. De acuerdo a Cochilco, la empresa consideró realizar nuevos estudios para evaluar oportunidades de mejora económica, al igual que negociarán mejores tarifas eléctricas para la operación.
Santo Domingo -consorcio canadiense-coreano integrado por Capstone Mining y Korea Resources Corporation- diferirá su ingreso en un año. La puesta en marcha no será antes de 2017, "considerando contar con costos razonables de la energía eléctrica para esa época".
San Antonio Óxidos , proyecto de Codelco, estimaba su puesta en marcha el 2015, pero se trasladaría a 2017, luego que el estudio de factibilidad indicara que "el proyecto estaría afectado por altos costos de operación, entre ellos los relacionados a la energía eléctrica".
Andina Fase II , también de la estatal, retrasaría su operación en dos años, estimándose para 2021.
La canadiense Teck cuenta con dos proyectos diferidos. Uno es Quebrada Blanca Hipógeno , luego que la empresa retirara el Estudio de Impacto Ambiental (EIA). En Cochilco estiman que se atrasará un año, siendo su puesta en operación el 2018. "Este tiempo permitirá a la compañía realizar las negociaciones referentes a los proveedores de energía eléctrica", dice el informe.
También de la canadiense es Relincho que retardaría su inicio en 12 meses debido, principalmente al retraso en la obtención de permisos, afectando la construcción de un puerto y de las instalaciones de suministro eléctrico.
Para la expansión de Collahuasi -Xstrata Copper y Anglo American- Cochilco calcula un retraso de 2 años. La Fase III de la mina estimaba una inversión de US$6.500 millones.
El oro, también con problemas
Las iniciativas de oro no están exentas de problemas. Bien lo saben en Barrick que controla dos proyectos diferidos. Uno de ellos es el binacional Pascua-Lama que ingresaría en 2014 y no el próximo año como era la estimación. Más complejo es para Cerro Casale , luego que para la canadiense la iniciativa no cumpliría con los criterios de inversión. "Sin embargo, dada la importancia que se le atribuye al proyecto, se continuará revisando el atractivo y se evaluarán alternativas para mejorar su economía", dicen en Cochilco, que estima un retraso de dos años en la puesta en marcha.
Lobo-Marte -controlada por Kinross- sigue en proceso de obtención de permisos, pero la firma suspendió el avance del desarrollo de la iniciativa para trabajar en la dimensión de la inversión inicial. En Cochilco proyectan que la puesta en marcha sería en 2017 y no en 2015.
El Morro , liderado por Goldcorp, aparece también en la lista tras suspender la construcción para abordar situaciones legales derivadas de la aplicación del Convenio 169 de la OIT.