El Consejo de Pueblos Atacameños (CPA), que agrupa a 18 comunidades del Área de Desarrollo Indígena de Atacama, en la Región de Antofagasta, llamó este jueves a “no repetir los errores del pasado y someter a los más altos estándares internacionales en materia de participación y consulta indígena todo acuerdo” al cuestionar la alianza entre la gigante estatal Codelco y SQM anunciada para explotar litio en la zona norte del país hasta 2060.
“En esta oportunidad se repite la historia de enterarnos por la prensa de aumentos de cuotas de producción y de ventas, además de extender hasta el año 2060 la extracción de las aguas en un sistema altamente frágil y sensible como es la cuenca del acuífero del Salar de Atacama. Con esto, extendiendo la vida de extracción del proyecto Salar Futuro, proyecto no evaluado ambiental ni socialmente”, dice el comunicado de la agrupación consignado por agencia EFE.
Agrega que lo “realizado por SQM y Codelco representa no solo un incumplimiento a la mesa tripartita y acuerdo de diálogo, sino que es señal de las palabras vacuas por parte del Estado de Chile en su real compromiso de procesos participativos y dialogados”.
Desde ahí, el CPA hizo un llamado para “sostener un diálogo transparente con la ciudadanía y sobre todo de buena fe, por la relevancia que tiene para el país y el pueblo Atacameño”.
Chile es el segundo productor mundial de litio -fundamental para la electromovilidad-, por detrás de Australia, pero Argentina le sigue de cerca y podría adelantarlo en los próximos años.
En 2022, Chile exportó 6.877 millones de dólares de carbonato de litio, lo que supone un aumento del 777 % con respecto a 2021, según el Banco Central.
Solo hay dos compañías que explotan litio en Chile y lo hacen en el Salar de Atacama, que concentra el 90 % de las reservas del país: la estadounidense Albemarle y la chilena Sociedad Química y Minera (SQM), controlada por la china Tianqi y Julio Ponce Lerou, exyerno del dictador Augusto Pinochet.
Estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) muestran que la demanda mundial de litio se podría multiplicar por más de 40 hasta 2040, por lo que controlar una parte importante de la cadena mundial se traduciría en beneficios económicos y geopolíticos, según algunos analistas.
Consciente del interés que despierta el litio chileno, el Gobierno anunció en abril su esperada política sobre el litio, que busca convertir al Estado en el principal promotor y controlador de la industria a través de un modelo público-privado y una empresa nacional.
Las compañías estatales Codelco -la mayor cuprífera del mundo- y Enami serán las encargadas de implementar la primera fase de la estrategia hasta que empiece a funcionar la empresa nacional del litio, cuya creación tiene que ser aprobada por el Parlamento, donde el Gobierno no tiene mayoría.