LA INICIATIVA INCLUYE UNA SERIE DE PUESTOS QUE POTENCIARÁN EL TURISMO.
El desierto, al igual que todos los lugares, oculta cosas. Muchas veces, cosas que dan pinceladas de la vida antes de la modernidad. Un lugar con estas características es el Tambo de Camar, en el Salar de Atacama, a 67 kilómetros de San Pedro de Atacama y al costado de la ruta B-361. Otra referencia es que está sobre una terraza fluvial de la ladera sur de la quebrada San Antonio.
Se trata de un sitio arqueológico prehispánico que forma parte del subtramo Camar - Peine del Qhapaq Ñan o Sistema Vial Andino, una red de caminos del Imperio Inca reconocido como Patrimonio de la Humanidad en 2014 por la Unesco, que tiene 30 mil kilómetros de longitud, extendiéndose desde el sur de Colombia hasta la zona central de Chile.
Este subtramo de Camar - Peine tiene una extensión de 24,17 kilómetros, que llegan al hito del Trópico de Capricornio, sumando 24 sitios arqueológicos. Este sitio era utilizado por las comunidades del sector como estación de descanso y aprovisionamiento para caravanas de personas y animales durante los periodos Intermedio Tardío, Tardío e Histórico.
Héctor Cruz, presidente de la comunidad de Camar, precisó que, si bien el tambo estaba en el territorio, faltaba ponerlo en valor, sobre todo considerando lo milenario que es y la importancia cultural que tiene, al ser ocupado por quienes habitaron en la zona por años.
Y si bien la comunidad lo tenía resguardado, con el tiempo los vecinos levantaron un plan de desarrollo para ponerlo en valor. Fue en ese momento en que se generaron conexiones, tanto con el Estado - por medio del Consejo de Monumentos -, como con la minera Zaldívar, de Antofagasta Minerals.
"Este sitio, aparte de ser un sitio protegido por la Unesco, es un espacio de encuentro, especialmente para la comunidad. Tiene una importancia cultural, y demuestra también la forma de vivir de la gente de Camar", dijo Cruz, y añadió: "Tiene una historia que es muy exquisita, y que en este caso Camar la ha cuidado en ese sentido, de tenerlo protegido".
El Tambo de Camar, conocido también como "La Estancia" por los lugareños, está resguardado por la Ley 17.288, que ordena la protección de monumentos a través del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN).
Trabajo colaborativo
Finalmente, el Tambo de Camar unió a distintos actores para respaldar el proyecto, cuyo objetivo es fomentar la actividad turística, así como el fomento productivo local.
Específicamente, fue un trabajo colaborativo entre la comunidad de Camar y Zaldívar, para ir por su conservación y puesta en valor. Todo esto, como parte de una alianza que inició en 2018, para el desarrollo sustentable del Salar de Atacama y sus habitantes.
Cabe indicar que en 2024 se puso la primera piedra de las obras, que incluyen una sala de informaciones y recepción, baño, oficina y estacionamientos a un costado de la ruta B-361. Cruzando esa vía se inicia un sendero de 200 metros, en donde hay una pasarela sobre una pequeña quebrada y un mirador que contará con paneles informativos y desde el cual los visitantes podrán admirar el tambo y su entorno. Además, se incluirá un depósito arqueológico y una sala museográfica, para la conservación, manejo y exposición de los hallazgos rescatados durante el desarrollo de los trabajos.
Las obras
Otro actor relevante fue Paisaje Rural, la consultora que trabajó mancomunadamente con el resto de los intervinientes para sacar adelante la idea, cuya inversión fue de $661 millones.
"Este proyecto consiste en la puesta en valor del Tambo de Camar, y es resultado de un trabajo mancomunado entre la comunidad, como los principales actores; Zaldívar, que ha financiado parte de la construcción de la infraestructura que está asociada al proyecto; nosotros como consultora, que somos el área técnica, que asesora a la comunidad en este tipo de proyectos, y también, en la sumatoria de actores, ha participado el Estado, a través de algunos subsidios y fondos concursables que ha permitido hacer principalmente la investigación arqueológica del sitio", indicó Ronald Caicedo, arquitecto de Paisaje Rural y a cargo del proyecto.
Caicedo comentó que todo empieza a materializarse en 2021, "con el levantamiento del sitio del tambo, dado que en el 2019 bajó la quebrada, hubo lluvias importantes, entonces hubo una suerte de aluvión en el sector que arrastró parte del material del tambo".
Jorge Araneda, gerente de Asuntos Públicos de Minera Zaldívar, resaltó la "buena historia" que tiene la compañía con Camar desde 2018, y recuerda que "hemos tenido otras experiencias anteriores, como el rescate de la iglesia, del sector de la plaza. Y creo que este proyecto viene a marcar un avance más en ese sentido".
Además, el ejecutivo señaló que, como Zaldívar, "hemos cumplido la labor también de ir apoyando y dar un soporte a los planes que ha tenido la propia comunidad".