Los habitantes del poblado de Camar, a 70 kilómetros al sur de San Pedro de Atacama, han tenido que sortear una serie de problemas para abastecerse de agua potable y energía eléctrica.
Según cuenta el presidente de la junta de vecinos, Jorge Cruz sólo tienen ocho horas de luz con un generador que está en mal estado y siguen consumiendo agua cruda, con altos índices de arsénico.
“El motor que nos provee energía eléctrica presenta una grave falta, la que comunicamos al municipio. Además, tenemos una planta de agua potable pero no hay como entregarla a los domicilios porque falta un estanque acumulador y redes. Así que seguimos consumiendo el agua cruda de una red antigua”, dijo Cruz.
En la mesa del Área de Desarrollo Indígena Atacama La Grande, la última realizada en Camar, se plantearon las demandas comunes de agua potables, energía y caminos. “En los últimos años el Gobierno se ha dejado estar con respecto a estos temas que reclama la comunidad. Se necesita un plan de inversión y eso involucra a toas las comunidades indígenas”, dijo el Consejero Indígena, Wilson Reyes y agregó que más allá de la disponibilidad de dineros se necesita una mayor gestión para presentar las demandas de una manera organizada, con líneas bases actualizadas.
RAZONES
Dar solución a estas demandas no seria tan fácil y rápido como se quisiese ya que los problemas se arrastran hace muchos años, faltan recursos y una mejor administración desde la comunidad y también del municipio.
En primer lugar, no hay comité de energía eléctrica como ocurre en otras localidades de San Pedro de Atacama. En consecuencia la municipalidad se ha hecho cargo de comprar los generadores con dineros del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), proporcionar el combustible y hacer las mantenciones periódicas.
Además, en un principio la electricidad se proveía, durante el día, de una planta de energía solar y en la noche u horas peak funcionaba el generador diesel. Como la capacidad de dicha energía renovable comenzó a ser insuficiente, la municipalidad generó un proyecto de ampliación para esta planta, pero fue desestimado por la comunidad aludiendo requerir mas potencia.
Con respecto a la falta de disponibilidad de agua potable, las razones serian principalmente por el alto costo de los proyectos y la utilización de agua sin diferenciación para consumo humano y riego. Además, contar con agua potable terminaría con la subvención. Es así como la planta de agua potable inaugurada hace dos años no ha sido utilizada como se esperaba.”Ahora presentamos un proyecto (con fondos FNDR) para contar con un estanque de 75 metros cúbicos que permitiría tener autonomía. Son 220 millones la inversión para normalizar también las redes y colocar medidores”, dijo Jaime Coria, funcionario de la Secretaria de Planificación de la municipalidad de San Pedro de Atacama.