Cómo será la nueva residencia científica del observatorio Alma

El 16 de julio pasado, y tras 15 años de espera, un hito cambió para siempre al Llano de Chajnantor y a la astronomía mundial: el radiotelescopio Alma instaló su  antena 16, con la que podía comenzar a funcionar. Lo hizo oficialmente el 3 de octubre de 2011, con prensa del todo el mundo invitada al evento en Chile. Mal que mal se trata del observatorio más grande de su tipo.

Hoy ya suma 26 antenas instaladas a 5.000 m de altura, algunos de los 112 proyectos científicos seleccionados para usar el radiotelescopio -de 923 que postularon- ya comenzaron a entregar sus primeros datos, mientras sigue la construcción de las 40 antenas que estarán instaladas en 2013. Pero algo falta para completar el complejo: una residencia definitiva para los astrónomos y técnicos que trabajarán en el radiotelescopio.

Actualmente, un grupo de cabañas y contenedores, ubicados a 2.900 metros de altura, a 28 km del Llano de Chajnantor y a 40 km de San Pedro de Atacama, albergan a unas 500 personas entre científicos, técnicos y constructores de las antenas. Allí está el Centro de Operaciones de Alma (OSF por sus siglas en inglés), donde los expertos hacen ciencia, viven y almuerzan en un pequeño casino. Una realidad que cambiará este año, cuando comiencen los preparativos para la construcción de la residencia definitiva que se ubicará en la misma zona donde hoy están las cabañas, y que contempla la construcción de 5.900 metros cuadrados, 120 habitaciones, restorante y zonas de esparcimiento, cuyo diseño incluirá materiales locales como piedras, cobre y roca volcánica, según explicó Claudio Cabrera, gerente de Desarrollo del Sitio de ESO.

El proyecto se lo adjudicó la empresa finlandesa Kouvo & Partanen, entre 12 proyectos postulantes, y según Thijs de Grauuw, director de Alma, será un barrio permanente, donde vivirá el personal de Alma y que tendrá todas las instalaciones necesarias para que sus empleados permanezcan durante sus turnos de trabajo. "Incluirá dormitorios, restorán-casino, lugares de entretenimiento, como un cine, gimnasio, piscina, salas para reuniones sociales, etc. Ello significará buenas y cómodas condiciones de vida en medio del desierto". La etapa de diseño debería durar seis meses, tras lo cual se dará inicio a la adquisición de material para la construcción, que comenzará en 2013.

Aunque no hay cifras definitivas, De Grauuw dice que las obras -a cargo de los Observatorios Astronómicos Europeos (ESO)- costaría la mitad de la residencia del Observatorio Paranal, es decir, unos seis millones de euros. Lo que sí está claro es que requerirá de 24 horas de operación y observación científica, que no recibirá astrónomos visitantes y que mantendrá parte de las actuales instalaciones: ocho cabañas y 16 módulos para dormitorios, que serán mejorados. La idea es albergar con todas las comodidades posibles a cerca de 150 astrónomos e ingenieros permanentes que tendrá el observatorio en 2013, una vez instaladas las 66 antenas.

Cabrera, adelanta que el diseño contempla el uso de energía solar para calentar el agua y las habitaciones y un sistema para reciclar agua.

La residencia se integrará con el OSF, el edificio técnico de Alma, donde está la sala de control de las antenas y los astrónomos pasan día y noche analizando todos los datos emanados del observatorio, los cuales ya están siendo entregados a parte de los 112 proyectos (11 chilenos) que ganaron tiempo en el radiotelescopio y que podría originar trabajos que respondan a preguntas tan cruciales para el hombre como cuál es el origen del Universo.