Hay un acto electoral más modesto, menos renombrado, pero que tiene grandes consecuencias sobre la vida de los habitantes la comuna. El sabado 16 de enero, se realizará una asamblea de la Asociación Indígena Consejo Pueblos Atacameños (AiCPA), en la que se elegirá una nueva directiva.
Si, el Consejo de Pueblos de siempre: Asociación Indígena Consejo Pueblos Atacameños es su nombre completo.
Esta elección está dentro del movimiento normal de la Asociación. La salida de la actual directiva se debe a que ya cumplió su plazo y debe ser reemplazada.
Como sabemos, el actual Presidente de la AiCPA Sergio Cubillos Verasay va como candidato a Alcalde de San Pedro. Cristian Varela, ex dirigente de la Comunidad de Toconao, uno de los directores, se presentaría como candidato al escaño reservado que corresponde al pueblo lickanantay en la convención constituyente.
Las otras dos dirigentes, Carolina Colamar (Secretaria) y Elisa Soza (Tesorera) podrían presentarse para el directorio de la asociación.
Como funciona la AiCPA
La Asociación, creada legalmente en 1994, actualmente tiene 36 socios. 2 representantes de cada comunidad indígena del Área de Desarrollo Indígena Atacama la Grande. Uno de esos representantes es el presidente de la comunidad y el otro es un delegado que es escogido por la comunidad desde su directorio.
Ambos representantes tienen derecho a ser elegidos como parte del directorio de la Asociación.
¿Quieres saber más? Puedes descargar los estatutos (.pdf de ) AQUÍ>>
Recordemos que los dirigentes son remunerados. Como también es el caso en la mayoría de las Comunidades Indígenas.
Hasta la última elección, en la que se eligió a Sergio Cubillos, se solicitaba la presentación de interesados en postular a los cargos. Si no había interesados, se pasaba a pedir a los asistentes que postularan alguien. Luego se vota por los nominados. Se deben llenar al menos cuatro cargos (Presidente, Secretario, Tesorero y Director, que pueden ser dos)
En esta ocasión, una vez electa la nueva directiva debería entrar en funciones a fin de mes, ya que se le da un tiempo a la saliente para presentar las finanzas y los temas administrativos.
¿Que controla el AiCPA?
La asociación mantiene y administra el Internado Andino, en Calama. También maneja la radio Orígenes, recuperada después de un laborioso trabajo de años. Mantiene a través del acuerdo con Albemarle una Unidad de Medio Ambiente, que realiza diversos monitoreos, principalmente en el Salar de Atacama. También tiene una unidad jurídica, que asesora a la organización y a las comunidades que lo requieran. Completan el cuadro administrativo una unidad de administración y finanzas, una de comunicaciones y una unidad que coordina las diversas comisiones de trabajo (salud, educación, turismo, agricultura, ganadería, deporte, patrimonio y cultura)
Pueden encontrar más información sobre estas actividades en el propio sitio de la AiCPA.
Esta organización tiene influencia y un cierto grado de poder. Un poder que, más que originado en las bases del pueblo lickanantay, le ha sido otorgado por el Estado* y las empresas mineras, que negocian con ellos, asumiéndolos como representantes del “Pueblo lickanantay”. Representación que podría discutirse bastante, pero que es sobreentendida por las entidades gubernamentales, los directorios de las empresas y gran parte de la población indígena y no indígena de la comuna.
Desde ese punto de vista, no es indiferente quien conduzca la organización.
En el último año y medio, la conducción de Sergio Cubillos ha llevado a la Asociación hacia una mayor visibilidad, al desarrollo de temas políticos y a un mayor grado de confrontación con el Estado de Chile y con la empresa SQM. Con esta ultima, principalmente debido a temas medioambientales, según la organización.
No es una confrontación con la minería en general, ya que la relación con la empresa Albemarle, competidora de SQM en el Salar, es bastante buena, incluyendo los 370 millones de 2020 y los 407 del 2019 aportados por la empresa debido al convenio firmado en 2016. Esta cantidad se le entrega a la AiCPA y a cada una de las 18 comunidades que la componen.
También Cubillos ha asumido otros conflictos, como es la no apertura de los sitios de visitación turística. Aunque estos sitios son responsabilidad de cada comunidad indígena que los administra, la AiCPA lleva una especie de vocería y se ha convertido en receptor de todos los dardos de los operadores turísticos disconformes y de toda la gente que solía vivir de esa actividad económica.
Es claro que mucha del actual protagonismo del presidente se debe a su personalidad y preparación especifica. Un nuevo dirigente podría optar por una conducción menos visible.
Los candidatos
Según hemos podido averiguar, existen un par de facciones más o menos definidas. Una liderada a su manera sutil y soterrada por la sempiterna Mirta Solís Cenzano, antiquísima e incombustible dirigente conocida por haber estado presente en casi todas las negociaciones con empresas y gobierno de las que no siempre han salido bien paradas las personas, las organizaciones indígenas y el medio ambiente.**
Por otro lado, hay un grupo formado por las comunidades del sur, que aunque no son un bloque granítico, si tienen intereses comunes y una relación distinta y mas cercana, para bien o para mal, con SQM y Albemarle, las empresas dominantes en el Salar de Atacama.
Ya hubo un pequeño conato entre facciones, en la elección del candidato patrocinado por la AiCPA para la elección del escaño reservado. Ahí el candidato de Solís, Manuel Escalante, llego a un empate con la candidata presentada por la comunidad de Peine, Oriana Mora. Al momento de definir cual de los dos seria el titular y cual el reemplazante, la decisión se tornó hacia Oriana.
El candidato apoyado por Solís sería Manuel Salvatierra, actual presidente de la comunidad de Cúcuter, que ya tuvo el más alto cargo en la asociación antes de que fuera elegido Sergio Cubillos. Por el otro lado aun no se destaca algún candidato en particular, pero fuentes al interior de la AiCPA indican que habría uno (o una)
Hay que considerar que en general se vislumbra poco interés de parte de los dirigentes de las comunidades para ser parte de la directiva de la AiCPA. Alguno de los consultados incluso ignoraba que este 16 de enero habría una elección.
Esto es entendible, dado el perfil de la mayoría de los dirigentes, que tienen menos aspiraciones políticas y también menos preparación, que el actual presidente. Probablemente un presidente de comunidad tendrá suficiente trabajo en su territorio como para echarse encima más dificultades.
Por otro lado, siempre se mantiene la expectativa sobre un quiebre que haga que alguna de las comunidades se retire de la Asociación, como ha ocurrido en el pasado.
Según quien sea elegido el lunes, probablemente veremos cambios en la visibilidad de la AiCPA, ya que los dirigentes de la línea Solís prefieren negociar de maneras más reservadas y sigilosas.
Otra de los cambios será la probable desaparición de los equipos técnicos y administrativos de la asociación, que ya habían estado a punto de ser despedidos al comienzo de la crisis Covid, por petición de varios dirigentes de comunidades y que se sostuvieron principalmente por la voluntad del presidente Cubillos.
Más allá de las definiciones estatutarias, que hablan del desarrollo de nuestra cultura lickanantay, es claro que hoy día la AiCPA es una organización más gremial que indígena, cuyos intereses son más bien corporativos antes que étnicos, indígenas o como quiera que se llamen.
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* Según la ley indígena, NO existen organizaciones coordinadoras de comunidades indígenas. Duerme en el congreso una modificación a la ley indígena donde se contempla la figura de Consejos de Pueblos. En el fondo, la asociación es tolerada por el gobierno y se le dan una serie de atribuciones que legalmente no puede tener. En el fondo, Consejo de Pueblos Atacameños es un nombre de fantasía. Pero en el momento de su creación, respondía a un anhelo de tener una organización representativa que no se parece mucho a lo que conocemos ahora.
** La lista de Mirta Solís es larga. Algunos botones de muestra: 1997 Gasoductos; 1998, Hotel Explora; 2012, Fin del Museo Arqueológico; 2016, convenio Rockwood (hoy Albemarle); Y mucho más.