Nos interesa la cultura atacameña. Nos interesa sobre todo, la vida atacameña. Porque somos atacameños, obviamente. Porque si hablamos de cultura, esta se expresa en nuestra forma de vivir, en lo que aceptamos y en lo que rechazamos. En lo que construimos, en lo que soñamos…
Desde esa posición, desde ese emplazamiento abierto y que reconoce que las expresiones dentro de una nación son diversas, es que estamos abriendo esta sección de cultura con un cantautor de origen lickanantay y aymara: Víctor Manuel Pérez Reyes.
En abril el publicó un disco, que queremos ayudar a difundir.
No vamos a hacer una crítica profunda, no creemos tener la capacidad para eso, sino simplemente decir que nos gustó mucho su propuesta.
Pueden escucharlo en su canal de youtube, en spotify, en instagram y facebook
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A continuación, una semblanza de su vida, escrita por el mismo
Creo que una de las cosas que más me gusta es escribir, y la idea de grabar siempre estuvo presente en mi mente, esas ganas de querer contar aquellas cosas que quizás las canciones podrían expresar mejor que yo.
La mayoría de las canciones de este álbum fueron creadas en tres lugares: San Pedro de Atacama, Calama y sobre todo Antofagasta.
Recuerdo bien que cada tarde que llegaba de la universidad, tomaba la guitarra y me ponía a tocar y a escribir, pero sobre todo de madrugada los fines de semana.
Finalmente me decidí a grabar aquellas canciones. La motivación de mis amigos y mis cercanos fue fundamental para todo el proceso.
Mi primer álbum homónimo “Víctor Manuel” vio la luz el 24 de abril de este año y consta de 10 canciones grabadas en Amatista estudios.
El álbum se encuentra en todas las plataformas musicales, como Spotify, YouTube music, Amazon entre otras, y también gracias al apoyo de las radios del pueblo, están sonando en Orígenes lickanAntay, Toconao radio y María Reina, además de Fm7 en Antofagasta.
Por mi parte también me siento muy feliz y agradecido porque en mi canal de YouTube, ya somos más de 515 suscriptores y con más de 30.000 mil reproducciones, que también habla un poco de la aceptación de las canciones en este corto tiempo.
Mi familia…
Soy parte de una familia atacameña. Mi abuelito fue Manuel Natividad Reyes López, músico, que cantaba en los carnavales y en las ramadas para fiestas patrias. Tocaba el acordeón y la guitarra además de cantar.
Mi abuelita es María Luisa Berna Estelo. Era comerciante y ella trabajaba en sus negocios. Desde pequeños les inculcó y exigió a sus 6 hijos (5 mujeres y 1 varón) que estudiaran.
Así, mi mamá Noly conoció en la universidad a mi papá Víctor, de origen Aymara.
En la familia de mi papá también hay músicos como mi abuelito Víctor, quien tocaba trompeta en los bailes de la tirana.
Mis estudios…
Yo estudié en Iquique de 1° a 3° básico y en San Pedro de 4° a 6° básico, después me fui a Calama a estudiar al instituto Obispo Silva Lezaeta de 7° a 4° medio.
Durante mis etapas de estudio siempre encontré profesores que me ayudaron a desarrollar un poco más mi pasión por la música, que de muy pequeño me llamaba la atención.
Recuerdo con mucho cariño, que cuando pequeño imaginaba que tocaba los platillos, que eran las tapas de las ollas de la cocina de mi abuelita, imitando de cierta manera a las bandas de bronces que tocaban para los bailes.
En San Pedro la ayuda de la profesora Mireya fue fundamental, quien me enseñó los primeros acordes en guitarra en la parroquia del pueblo. Con ella tocábamos en los actos de la escuela y en la misas de la iglesia los días domingo.
Ya en Calama, bajo el apoyo del profesor Eugenio Gálvez Puebla fundamos con mis compañeros de Liceo, el grupo folclórico Quispi-kay. Realizamos presentaciones en actos importantes en el colegio, en las misa y en la municipalidad de Calama y finalmente tocamos en nuestra licenciatura. Recuerdo con mucho cariño esos momentos en mi vida, ya que el apoyo de mis compañeros de grupo y de mis profesores siempre fue fundamental en todo momento.
Posteriormente me fui a Antofagasta, para continuar con mis estudios superiores en la Universidad Católica del Norte, donde el primer año aparte de estudiar, entré al conjunto folclórico de la universidad.
Todo lo que he aprendido ha servido para complementar mi carrera, tanto universitaria como musical. La arquitectura me sirvió para madurar, para darme cuenta lo que realmente era mi pasión.
Me gustaba cantar, escuchar música, las matemáticas, estar con niños y jóvenes, y sobre todo conversar.
Por esta razón he decidido estudiar pedagogía en Matemáticas y poder enseñar a niños no solo matemáticas, sino también música, que muchas veces es un puente de integración para todos. Y sobre todo enseñar valores, como mis profesores me enseñaron a mí.
La pandemia y mis Proyecciones…
Debo reconocer que esta pandemia me tomo muy desprevenido, quizás como a todos. Pero doy gracias a Dios porque mi familia se encuentra bien aquí en San Pedro.
Desde mi punto de vista como estudiante, al principio fue difícil adaptarse a esta nueva modalidad, pero solo en un comienzo.
Pero también veo el lado bueno de esta instancia, ya que en lo personal me ha servido para volver a pasar el tiempo con mis padres aquí en casa.
Hace mucho que no volvía a pasar un cumpleaños con ellos, y ahora que en mayo cumplí 22 años, pudimos volver a estar juntos. Hace mucho que no sentía pasar todo un año junto a ellos.
Por otro lado, el volver a reencontrarme con mis raíces, dejando un poco de lado un el rock y el pop, para volver al folclore.
También ha sido muy gratificante, reencontrarme conmigo mismo, para meditar y reflexionar todo esto que estamos viviendo.
Y claro, además este tiempo en casa también me ha servido para seguir subiendo contenido a mi canal de YouTube y redes sociales. He vuelto a escribir, no sé si pensando en un nuevo álbum… solo Dios y el tiempo dirá si es que habrá material para un nuevo proyecto musical.
Algún momento difícil…
En algún momento de mi vida pensé que todo se acababa. Fue cuando mi mamá se enfermó de cáncer y yo tan solo tenía 15 años. Fueron momentos muy tristes y la música me hacía olvidar esa pena. El tocar guitarra y charango fue mi gran vía de escape.
Me hacían falta, sus palabras y consejos. Hoy doy gracias a Dios que tengo juntos a mamá y papá.