Pero vamos por partes
Esta reunión fue bastante divulgada, al menos en cuanto a carteles puestos en la calle. Lamentablemente, esos carteles omitían información importante: Quienes llegaron se encontraron con que no era un “taller de discusión”, como era promocionado, sino una actividad de Participación o Consulta Ciudadana.
No fue extraño, entonces, que muchos de los asistentes no quisieran firmar la lista de asistencia y que desde el primer momento se cuestionara la forma de convocar la reunión y además la metodología propuesta para realizar esta, terminando la reunión con el retiro de los asistentes, incluyendo a la alcaldesa Sandra Berna.
Por lo demás, como quedó claro por las respuestas del encargado de la consultora, nada de lo que pudiera opinar o plantear la ciudadanía asistente seria vinculante. Es decir, aparte de dejar consignadas, quizás, las opiniones de la gente, ni la DGA ni otro organismo del Estado tienen la obligación de tomarlas en cuenta.
Fracaso
Con una asistencia muy reducida (no había más de 25 personas), en un lugar que no hubiera podido albergar tampoco una asistencia mayor (la biblioteca municipal), una convocatoria engañosa y una falta de conocimiento básico sobre las costumbres locales (se convocó a gente de Río Grande, sin saber que en esa fecha ellos estaban en plena celebración de su patrono Santiago), no es raro que este taller, reunión, consulta ciudadana, o lo que sea, terminara en fracaso.
Según explicó uno de los expositores de la consultora, se pretendía realizar un trabajo por grupos, para que la gente pudiera llegar a manifestar su posición y sus sugerencias frente a la exposición de datos realizada.
Estos estaban basados en la presentación que se entregó a los asistentes, la que puede descargarse
Aquí (.pdf de 3791 Kb) >>
Don Oscar Bustamante, encargado de la consultora, manifestó que al margen de la participación de la gente, el proyecto de elaboración del plan va a continuar. En otras palabras, aun cuando la gente se negó a participar, eso no pesaba demasiado en la continuidad de su trabajo, ya que ellos de todas maneras iban a terminar el plan.
También Bustamante explicó que los datos del diagnostico no eran del todo fiables, ya que en el diagnostico del plan, se habían encontrado inconsistencias y errores, lo que fue corroborado por el encargado de Medio ambiente de la Municipalidad, Diego Aramayo, que incluso dio ejemplos concretos de la falta de información correcta proporcionada por la DGA. Consultado el representante de la DGA, defendió tibiamente el informe de diagnostico elaborado por la consultora Arrau. “Este estudio tiene un numerito, y si tiene un numerito es un estudio oficial. No por eso va a ser 100% correcto, no por eso va a ser malo… (En todo caso) está validado.”
Por su parte, la alcaldesa también criticó fuertemente la forma en que se estaba realizando por parte de la DGA este proceso.
Entre otras cosas, la primera autoridad comunal manifestó, antes de retirarse:
“Nosotros llevamos años hablando del código de aguas, sabemos que lo modificaron en el ultimo tiempo, pero sabemos tamben que lo hicieron entre cuatro paredes, sabemos que el código de aguas es un código vertical…” “Hoy día estamos muy preocupados por el código, porque si las mineras encuentran agua, no tiene necesidad de pedirla, porque el código dice que es de ellas. Ahora, si necesitan más, pueden pedirla… tenemos también gente especuladora que están pidiendo todos los días y yo concuerdo con la otra señora que hablaba que acaso están presentando un proyecto previo para solicitar exploraciones de agua y luego vienen las exploraciones…” “Esta región que es minera y que el gobierno hoy día planifica un plan regional de agua para la región, ¿no va a pesar más la necesidad de la minera que la nuestra? Yo creo que hay que comenzar de nuevo, no pensando en una junta de vigilancia… No pueden ser condicionales, ya le vamos a hacer el tranque pero a cambio de eso tiene que hacer una junta de vigilancia, no puede ser así, tenemos que comenzar de nuevo… pensando que acá hay otra manera de manejo de agua…”
También se le preguntó a la consultora de que manera estaban participando las empresas mineras en este proceso. El encargado de la DGA respondió que dichas empresas estaban convocadas para participar de estas mismas reuniones de participación ciudadana. De hecho, indicó que en esta, había un “joven de Rockwood”. Además, negó enfáticamente que la DGA o la consultora fuera a sostener conversaciones separadas con las empresas mineras, lo que fue recibido con escepticismo por los asistentes que aun quedaban.
Como sigue
A pesar de las críticas manifestadas por la gente, el proceso de elaboración de la estrategia continúa por parte de la DGA y la consultora GHD. El único efecto, hasta ahora, de las fallidas reuniones de julio (se nos informa que también en Calama la reunión habría terminado abruptamente) es que el calendario entregado por la consultora, que incluía reuniones el 26 de agosto y el 11 de octubre, se suspendió hasta nuevo aviso, mientras la DGA decide cuales serían los próximos pasos a seguir, al menos en lo que se refiere a la participación ciudadana.