Elecciones en San Pedro de Atacama. Un análisis final

Más allá de los pronósticos, siempre complicados, este proceso nos está dejando algunas lecciones que queremos compartir con ustedes.

Envie este Reportaje Version de impresion de este Reportaje Publicado el 25 de Octubre de 2012 Visto 497 veces
En un análisis preliminar que realizamos hace un tiempo, el 19 de agosto, para ser precisos (pueden verlo aquí>>), decíamos que en ese momento lo más probable es que ganara Sandra Berna.
Hoy, después de las campañas desplegadas con mayor o menor energía, con mayor o menor fortuna, por los 6 candidatos restantes, podríamos matizar esa afirmación diciendo que podría darse una sorpresa y que Sandra Berna no fuera reelecta. Pero sería eso: Una verdadera sorpresa.
Es que como también decíamos en esa ocasión, no es muy fácil sacar a un alcalde que lleva 18 años en el poder.

Pero más allá de los pronósticos, siempre complicados, este proceso nos está dejando algunas lecciones que queremos compartir con ustedes.

Una mayor comprensión de nuestra realidad

Creemos haber aprendido que el principal desafío de SPA es la sobreviviencia. Si, la sobreviviencia. Hagamos un breve repaso de las principales amenazas a las que nos enfrentamos:

La Dirección General de Aguas tratando de imponer a toda costa un modelo de Junta de Vigilancia sobre el río San Pedro, incluyendo un embalse que tendría más utilidad para la minería que para la agricultura. Basta revisar la experiencia del embalse de Conchi.

Hay 11 concesiones geotérmicas ya en marcha, todas en lugares en que no hay actividad geotérmica relevante. Pero se entiende mejor si vemos que estas concesiones geotérmicas incluyen el uso de las aguas y el territorio.

Hay varias exploraciones y explotaciones mineras en proceso, desde San Bartolo, sobre el río San Pedro, hasta el Laco, donde la Compañía Minera del Pacifico (Ex CAP) y la minera santa fe (del señor Farkas) están compitiendo por el hierro, pasando por la solicitud de explotación de potasio de la empresa NX Uno de Peine del grupo Errázuriz. Y siempre tenemos la amenaza de nuevas licitaciones del litio.

La aplicación de ley de concesiones de sitios turísticos está por ahora detenida en la zona. Pero las comunidades indígenas ya perdieron un recurso legal sobre esto ante la Corte Suprema.

El estado ha estado trabajando activamente para, vía decretos y consultas extrañas, dejar sin efecto práctico el convenio 169, única herramienta que podría detener los procesos de usurpación de las aguas y territorios del pueblo atacameño. Justamente el hecho de todavía no tener elaborado reglamentos de aplicación ha provocado que toda la aplicación de dicho convenio a debido hacerse a través de recursos judiciales. La detención del Plan regulador de San Pedro de Atacama ha sido justamente una muestra de esto.

El turismo en la comuna es fenómeno extraño dentro de la economía de la región. Pero el boom de esta actividad ya lleva al menos 15 años desarrollándose. Es difícil de entender por que el Estado o el Municipio, con su discurso oficial de apoyo a la actividad, hayan dejado pasar tanto tiempo sin regularlo y generar las herramientas para potenciarlo aun más.

Todos estos temas, y otros, han sido parte de los discursos de los candidatos. Exceptuando a dos: Sandra Berna y Aliro Catur. La primera, porque su énfasis ha estado puesto en las realizaciones y promesas de más de lo mismo (Postas para las localidades, canchas de pasto sintético, pavimentaciones participativas, instalación de agua potable,  soluciones habitacionales, etc.) y el segundo, porque en general no ha tenido discurso ni programa.

Por otro lado, también se han puesto en discusión muchos temas de servicios básicos y de gestión comunal. Sin entrar a pronunciarnos todavía, sobre quien tiene más o menos razón, repasemos brevemente algunos de ellos:

La educación. El paradigma que indicaba que teníamos una buena educación, se puso fuertemente en entredicho.

La energía eléctrica. También se trató este tema, pero sin tanta profundidad. Sin embargo, debe haber quedado claro que ahí hay una gran debilidad.

La salud. Un avance ha sido que, más allá de las falencias de la atención de salud, se ha puesto sobre la mesa, aunque muy primariamente, problemas de salud publica como la drogadicción y los altos niveles de alcoholismo de la comuna.

La gestión comunal. Esta debe haber sido una de las campañas más duras que ha debido enfrentar la candidata a la reelección. El nivel de crítica sobre su gestión, no tiene precedentes. Por supuesto, eso ha producido ciertas reacciones negativas en quienes no están acostumbrados a estos niveles de detracción. Nos referimos más bien a los partidarios que a la propia candidata. Ella tiene la suficiente experiencia como para manejar eso.

Sobre este tema de la supervivencia de la comuna y todo lo que la amenaza, y los temas más cotidianos, si podemos llamarlos así, la mayoría de los candidatos ha estado de acuerdo, con algunos matices, en el diagnóstico. Es en el campo de las soluciones donde encontramos mayores diferencias.

Pero no tenemos tan claro que tan enérgicamente consiguieron instalar este conocimiento en la opinión pública de la comuna. Sobre todo dentro de un sistema tan fuertemente clientelístico como este. Sólo sabremos si sus esfuerzos consiguieron desmontar el discurso y práctica clientelística del actual municipio en el momento de conocer los resultados de las elecciones. Por ahí podría venir la sorpresa a la que nos referíamos al comienzo de este artículo.
Cuando una candidata reclamaba por el hecho de que la municipalidad está ofreciendo techos, por ejemplo, la reacción de muchos probablemente no fue escandalizarse, sino más bien pensar ¿A dónde los estarán repartiendo?
Muy lógico dentro de este sistema clientelístico.

El sistema.

Considerando las graves amenazas que enfrentamos, parece un poco fuera de lugar el énfasis que hace en las realizaciones la candidata a la reelección, sin poner el mismo o mayor énfasis en el cuidado del territorio donde se van a dar esas obras. Un ejemplo: ¿Qué sacamos con prometer la instalación de agua potable en Río Grande, si la pérdida de los derechos de agua de riego que hoy amenaza a los regantes del río San Pedro, pueden llevar a un despoblamiento de esa localidad en un futuro no tan lejano?
No decimos que no deba instalarse esa agua potable, al contrario. Pero sin descuidar el tema de lo que garantice la sobrevivencia del pueblo.
En eso, la municipalidad no ha dado el ancho, ya que ha abandonado una tarea que va más allá de la mera administración gerencial de nuestras necesidades, sino que involucra una tarea política, de gobierno. Porque no intervenir, es también una política.
La Municipalidad de San Pedro de Atacama puede ser muy eficiente a nivel de resolución de problemas  de equipamiento, incluso a niveles de gestión, entendiendo la gestión en su nivel más elemental, aunque aún eso está por verse. Pero aunque estén todos los proyectos, falta algo más central: La proyección a futuro.
Porque podemos tener un listado de “realizaciones” y “obras”, pero falla en el cuidado del lugar donde van a colocarse esas obras.
Entonces desde ahí surge el discurso “realizaciones”, el discurso “obras”, el discurso “gestión”. En síntesis un discurso administrativo, bordeando lo técnico.
De hecho un discurso bastante parecido al discurso gerencial del actual gobierno nacional. No por nada algunos candidatos a concejal de la derecha están planteando su apoyo a la actual alcaldesa, justamente basados en las capacidades administrativas que ellos dicen que tiene. Aunque quizás sus motivos sean un poco más ordinarios. Pero les daremos el beneficio de la duda.

Pero tampoco debemos ser muy ingenuos. La danza de las realizaciones también, como en otros lados, cumple una función distractiva, frente a la gran crisis a la que nos enfrentamos.

Si somos hermanos...

Mencionábamos en el análisis preliminar de agosto, que la gran cantidad de candidatos “son un beneficio neto para la actual alcaldesa”
Esto se vio reforzado, lamentablemente, ya que al menos 5 de ellos tienen discursos y programas muy parecidos. De ahí surge la pregunta más básica ¿Por qué no fueron todos con una candidatura común?
Pero más que hacer énfasis en el error cometido, podemos ver esta circunstancia como una buena posibilidad a futuro.
La debilidad fundamental de las candidaturas es que ninguna de ellas salió de un sólido movimiento de base. Claro, no había ningún movimiento ciudadano previo a esta elección. A lo más un cierto malestar sordo, expresado en la idea de que es “necesario un cambio”. Pero quizás este proceso permita ir creando dicho movimiento. Ahí hay un campo que alguno o algunos de los candidatos podrá aprovechar. Dependiendo también de cómo se den las votaciones. Alguno de ellos, aunque perdedor, puede tener una buena base de votos que le permita asumir un liderazgo. O simplemente, aunque sin tantos votos, puede tener la energía para llevar adelante un proyecto de cambio.

Discutamos, confrontemos, conversemos

Una cosa positiva dentro de este proceso, a sido la posibilidad de ir abriendo espacios de dialogo reales. Todavía nos falta mucho, pero ya se han dado pasos adelante. Mucha gente que hasta ahora no se había expresado, ahora ha tenido espacios para hacerlo. Eso es un avance, sobre todo en el derrumbe de una cultura muy miedosa, muy aferrada a la no resolución de conflictos. Característica del sistema clientelístico en que nos encontramos. Hasta ahora, parecía más fácil simplemente esquivar las discusiones y no profundizar las diferencias. Pero el solo hecho de tener 7 candidatos ha roto un poco la dinámica de guardarse las cosas. Al tener que ir y confrontar y discutir, los candidatos se han colocado como ejemplos que pueden seguirse. Claro, al ser reelegida Sandra Berna, todo ese avance, muy precario aun, puede retroceder, pero esperemos que algo quede y si los candidatos derrotados cumplen con su afirmación de que seguirán trabajando por la comuna, podemos tener cierta esperanza.
Por supuesto, si otro resulta elegido, esto no garantiza que el actual sistema clientelístico se termine. No sería la primera vez que un candidato electo no cumple sus promesas de campaña.

Los candidatos

La mayor fortaleza de Sandra Berna es, como dice su slogan, que la gente conoce su trabajo. Su mayor debilidad, es que la gente conoce su trabajo.
Esto quiere decir que en realidad ella promete más de lo mismo. Pero es en la gente donde debe generarse la diferencia.
¿Quiere usted más de lo mismo? Esa es la pregunta que debe uno contestarse respecto a su alternativa. Como representante de un sistema, solo va a caer si ese sistema deja de ser soportado por la gente. Por otro lado, como decíamos antes,  esta debe haber sido la campaña más dura que a tenido que afrontar. Eso quizás sirva de algo, si es que gana, para darle algunas nuevas perspectivas frente a su nuevo periodo. Porque este si sería el último ¿no?

Practica e ideológicamente, la mejor alternativa de cambio parece ser Angélica Caballero. Ella es la única alternativa nueva, desde el punto de vista de la verdadera novedad que implica una candidatura no atacameña. Debería ganar, si es que aquellos que no son atacameños votan en masa por ella. Pero el problema es que, históricamente, la mayoría de los votantes en la comuna son atacameños. Pero si alguien representa más concretamente un cambio, es ella. Con todo lo bueno y todo lo malo, con todos los temores y aspiraciones que ese cambio pueda tener en la cabeza de la gente.

Don Aliro Catur sólo tiene oportunidad de ganar si es que es verdad que tiene una gran capacidad de acarrear gente para que vote por el. Su campaña, en términos de comunicación, ha sido la más pobre. De hecho, el no representa un cambio, sino una profundización del modelo gerencial. El es el modelo gerencial llevado al extremo, en realidad. Porque su campaña, mas que una campaña de propuestas y promesas electorales, parece la postulación para un trabajo. ¿Cómo se explica sino que esta es la tercera vez que viene a postularse, sin vivir aquí y sin hacerse cargo de la realidad que hay aquí? Una respuesta dada en el debate puede ser muy significativa en esto. El manifestó que no había que olvidar que había muchos atacameños que como él, viven en Calama. Pero esta es una elección comunal, no una elección de Consejero atacameño. Es una elección que se basa en donde vivimos, no en lo que somos étnicamente. De los miles de atacameños que viven en Calama, la mayoría va a votar por un alcalde de esa ciudad.

Manuel Cortés, Rolando Humire Coca y Julio Ramos tienen una debilidad en común. Una debilidad basada justamente en que representan, con algunos variaciones menores, una posición que debiera haber tenido un solo candidato. Esta debilidad sobrepasa largamente cualquier fortaleza individual que puedan tener. Ellos representan al pueblo atacameño, en verdad. Lamentablemente, lo representan demasiado bien, ya que este pueblo atacameño está lleno de grietas y divisiones internas. De esta división es que se produce, más allá de los egos, el surgimiento de tres candidatos. Una vez terminadas las elecciones, veremos cuantos votos suman entre ellos y podremos preguntarnos cuan diferente pudo haber sido la historia.

Finalmente, Mariela Espíndola tiene muchas fortalezas, pero su mayor debilidad es que es una “aparecida”, como se le ha reprochado a lo largo de su campaña. En esto podría parecerse a Catur, pero al menos tiene la ventaja de que no es la tercera vez que se aparece como postulante, con largos períodos de ausencia. Podría tener una oportunidad, pero otro problema, algo menor, es que se parece demasiado a Sandra Berna. No políticamente, sino que personalmente. Son de la misma generación. De hecho fueron, según nos contaron, compañeras de curso. Cualquiera que esté pensando en un cambio, tiene que superar cierta barrera psicológica.

Considerados como un todo, más allá de los resultados que obtengan, los cinco candidatos reales (descartamos en ese concepto a Catur. Además, si no gana, no volveremos a saber de el hasta cuatro años más) tienen por delante grandes oportunidades. De ellos podría salir justamente el conductor o líder que la gente y nuestra situación necesita.
Si bien en general estamos de acuerdo con la idea que resolver el futuro de esta comuna es responsabilidad de cada uno de los que vivimos aquí, no deja de ser importante que haya personas que tomen la conducción de estos procesos.
Podría no ser ninguno de los candidatos, por supuesto. Podría venir de otro lado, incluso podría ser uno de los concejales

Hablando de concejales

Es un poco tarde ya para lamentarlo, pero creemos que una elección tan importante como al de los concejales terminó pasando sin mucha pena ni gloria. Cosa no menor, si consideramos que entre las atribuciones del concejo está la de elegir a un nuevo alcalde entre ellos, si es que por alguna razón el o la elegida no alcanzan a terminar su mandato. Aparte de sus facultades de fiscalización
Solo esas atribuciones debieran hacernos pensar muy bien a quién queremos votar como concejal en esta elección que viene.
Dos preguntas que se puede hacer para ayudar en su elección:

1 ¿Es este candidato(a) lo suficientemente fuerte, integro y confiable para realizar una buena fiscalización?
De hecho, si uestes es una persona concienzuda, debiera no votar por ninguno que se haya mostrado muy servil en su apoyo a algún candidato a alcalde. Y por ninguno de los que se presentan a la reelección.

2 ¿Qué sentimientos me produce la idea de que este candidato(a) pudiera llegar a ser alcalde?

Finalmente

Esta ha sido una campaña interesante. Por lo que hemos dicho y por muchas cosas que se han quedado en el tintero. Pero los tiempos que vienen después del domingo van a ser más interesantes aun. Si hay sorpresa o no, no es tan importante.
Un vecino del pueblo me dijo “gane quien gane, voy a tener que trabajar igual”
No es primera vez que escucho algo así. Y tampoco es la primera vez que después de un tiempo el que dijo algo así termina cesante debido a alguna política de su municipalidad.
Hay una responsabilidad en eso de votar o no votar. Pero cualquiera que sea el resultado, recuerde: Es sin llorar.
Ya somos grandes.

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