En crisis profundas, como la que vivimos, la incertidumbre acerca de lo que va a pasar más adelante es una carga grande. No sabemos si tendremos trabajo, si la economía de San Pedro se va a recuperar, cuando y como, etc.
La concejala María Teresa Veliz ha estado activamente participando de la Mesa Social de San Pedro, casi desde que comenzó la emergencia por la pandemia. Allí ha estado colaborando en diversas acciones, desde apoyo en tramitaciones hasta su trabajo apoyando en el comedor de la parroquia, además de su labor como concejal. Después de un receso en ese trabajo social, a la que la obligó el tema de salud, pronto vuelve a dedicarse a la labor social en el pueblo.
No hablaremos en esta ocasión de su posición frente a la acción del municipio, de sobra conocida, y creemos, muy justificada. En esta serie de entrevistas que estamos realizando*, nos interesa hablar sobre el futuro de nuestra comuna. Un futuro que a esta altura va a incluir la coexistencia con el virus, como en el resto del mundo.
¿En que estamos hoy?
La verdad es que se requieren medidas urgentes. Se está intentando en diferentes frentes, mostrar que podemos volver a “normalidad”. Sin embargo eso más bien parece un plan macabro que apunta a generar un nuevo peak de contagio y posteriormente lograr detener las votaciones de octubre y evitar lo que se advierte como crónica de una muerte anunciada.
No se quiere reconocer que la conciencia del ser humano cambió y hoy no dan lo mismo las decisiones que se tomen, como siempre debió ser. Al amparo de las demandas sociales, la gente está más informada (la mayor parte del tiempo) y no cae tan fácilmente presa de un circo o show mediáticos, mucho menos vende su conciencia.
Chile despertó y eso es extremadamente gratificante. El llamado es cuidarse, protegerse y dentro de lo posible salir sólo lo indispensable.
¿Que priorizamos?
Creo que lo primero es pensar en Salud. La salud en Chile está haciendo agua hace mucho rato y San Pedro no escapa a esa realidad. Entendamos que no es por el personal, sino que por el sistema. No es posible que a la fecha en San Pedro sigamos en las mismas condiciones presupuestarias que si estuviésemos en tiempos normales. Estamos en Pandemia y como tal se requiere mayor inyección de recursos, el Estado debe hacerse cargo de la Salud como derecho humano, de una vez por todas y dejar de traspasar su responsabilidad a las municipalidades, que deben disponer de su presupuesto un gran porcentaje de sus recursos, para lograr sacar adelante el sistema.
Hay que invertir en personal, en insumos, en EPP, en vehículos equipados y adaptados para el territorio, es decir en todo lo necesario para lograr sacar adelante ésta tarea ardua y compleja, eso es a corto plazo.
Paralelo a ello, hay que dejar de tirar bengalas, que solo distraen, como en la de un hospital para san Pedro. Hay que centrarse en soluciones a corto plazo y que significan invertir en infraestructura, necesitamos complementar nuestro CESFAM, necesitamos algún otro dispositivo de mayor resolutividad, de más fácil materialización que un hospital, que permita cubrir las necesidades de la población, como por ejemplo un SAR.
Esto podría ser más adecuado para dar respuestas inmediatas ante las demandas actuales, para dar paso transitoriamente a la posibilidad de tener en algún momento un hospital, lo que no deja de ser palabras mayores.
Pero como lo he dicho en otros momentos, creo que hay que trabajar e ir paso a paso de manera constante para mejorar lo que existe en la actualidad hasta llegar al ideal. Hay que entender que éste virus llegó para quedarse, con vacuna o sin ella y así como éste, vendrán probablemente otros más, por lo que se hace indispensables estar preparados.
¿Y el futuro?
San Pedro necesita incoar nuevos conceptos, que le permitan dar sostenibilidad y sustentabilidad al territorio, conceptos relacionados con el cooperativismo, asociatividad, economía circular y las 3R. No sólo en el papel o el discurso, también con hechos concretos.
Para ello hay que ir de menos a más o paralelamente. Estamos hablando de promover economía circular, que nuestra gente pueda dignamente lograr desarrollarse y de paso aportar al territorio.
Por ejemplo generar recuperación de agua de regadío, en ése ámbito creo de fácil materialización la instalación de plantas de tratamiento por ayllu que nos permita autonomía. Recuperamos agua para riego por sector y avanzamos en soluciones eficientes y eficaces, a corto plazo. En esa misma materia, hay que invertir en una planta de tratamientos que reemplace la actualmente colapsada, considerando la recuperación de agua y para permitirnos seguir pensando la agricultura de la mano de la asociatividad comunitaria, que albergue a nuestros agricultores.
Podemos desarrollar la agricultura no solo a micro escala, también a niveles macros, tenemos que ser capaces instalar contenidos y tecnología, para el logro de cultivos que nos permitan desarrollarnos en ése ámbito y dejar de depender de otras zonas de nuestro país. A la inversa, que seamos capaces de entregar productos de calidad y capacidad de competición en el mercado.
Otro ejemplo: Si no hacemos prontamente un trabajo, que permita tener un espacio donde disponer de escombros con resolución, seguiremos llenos de vertederos clandestinos y sus subsecuentes focos de contaminación e infección. Además replantear la disposición de los residuos domiciliarios, pensando en las tres R, porque la vida útil del relleno se acorta cada vez más, lo que nos dejará en un par de años ad portas de una nueva crisis sanitaria. En ésa misma línea, se puede constituir una cooperativa que capacite y trabaje con recicladores base, para recuperación de residuos, generando empleo y sostenibilidad a la vez.
¿Y nuestra actividad principal, el turismo?
Hay que considerar la forma en que se ha trabajado el turismo. San Pedro de Atacama el primer destino turístico a nivel nacional y favorito a nivel internacional está en el suelo, es por ello que estamos trabajando junto a los gremios en la búsqueda de soluciones que permitan apuntalar dicho segmento. Ellos están trabajando en repensar el turismo, porque no podemos volver a la misma fragilidad que hoy nos ha destrozado, hay que readecuarse y reinventarse.
Eso requiere tesón, voluntad, ordenamiento y fundamentalmente DIALOGO. No me cabe en la cabeza que no seamos capaces de entendernos, tenemos un lenguaje en común. Tenemos elementos comunes, historia, pasado, pero fundamentalmente un lenguaje característico y común.
* Comenzamos con una entrevista a Sergio Cubillos, presidente del Consejo de pueblos Atacameños, que pueden leer AQUI>>